Los reclamos por el Proddar se pierden en el tiempo, pero las actuales autoridades del Ministerio del Deporte, desde el día que asumieron el cargo, se pusieron como meta mejorar el sistema de becas. Viene trabajando una comisión y ayer mismo la ministra Pauline Kantor lideró la tercera mesa que delinea los cambios que se implementarán al sistema de apoyo a deportistas de alto rendimiento.
El nuevo reglamento ya casi toma forma y aunque falta el articulado específico ya tiene principios fundamentales y, tan importante como eso, cambios establecidos.
Lo primero será definir la naturaleza jurídica de la beca y establecer que se trata de una subvención pública que apoya un objetivo de interés público. Como principio, la beca comenzará a focalizarse exclusivamente en el deportista de alto rendimiento y en las necesidades que requiera para posicionar a Chile en los medalleros de los megaeventos deportivos.
Uno de los puntos más importantes conversados en la reunión es que deberá constituirse un vínculo directo entre el deportista y el Estado, es decir, crear responsabilidades recíprocas con un contenido jurídico.
Para eso habrá un convenio de deberes y derechos.
El reglamento propondrá, además, la tecnificación del sistema, un sustento metodológico que abarque la postulación, permanencia y exclusión que no dé espacio a discresionalidades.
El articulado también va a desburocratizar el sistema, lograr que sea expedito su ingreso y permanencia, además de digitalizarlo, estableciendo la postulación en línea. Así mismo, habrá una ficha técnica de cada deportista, para garantizar la transparencia.
Pero el punto primordial será el cambio del sistema de medallas al de logros y proceso. A cada deportista se le asignará el tiempo de permanencia en la beca acorde a sus éxitos, con lo cual se le dará la estabilidad necesaria para alcanzar los objetivos planificados dentro de un nuevo sistema de evaluación y monitoreo constante.
El sistema de acreditación por un año será reemplazado entonces por el de logros que permitan mantener el beneficio. Una medalla panamericana, por ejemplo, inscribirá al deportista por cuatro años en el Proddar.
Con la nueva normativa se pretende que todas las decisiones que se tomen respecto del becario, sobre sus postulaciones, logros y hasta su exclusión, se encuentren sustentadas en criterios exclusivamente técnicos que no permitan espacio a la discresionalidad, o arbitrariedad.
El sistema de ingreso será basado en un logro, que determinará el período que el deportista contará con la subvención. De ahora en adelante los deportistas serán evaluados tres veces al año por la Unidad Técnica Nacional, que con criterios técnicos y mediciones regulares, monitorearán su carrera. Se considerarán marcas, ranking o medallas como elementos válidos.
Está medición objetiva determinará la permanencia del deportista en el sistema, la recategorización o la exclusión en caso de no cumplir las exigencias.
El nuevo reglamento apunta a fortalecer los procesos. Y por ende, la permanencia dentro del sistema de becas no está asociado a la consecución de un logro, sino a un trabajo sostenido con metas claras y objetivas que apuntan al perfeccionamiento y crecimiento deportivo.
Otro punto del nuevo texto será el de la maternidad, conocido en los últimos días por el caso de Makarena Pinto. Para ese articulado se convocará a especialistas de la salud para abordar todas las variables.
Un trámite similar resta para los deportistas paralímpicos: también citarán a especialistas para redactar una norma ajustada a su realidad.
La ministra Kantor se refirió al nuevo reglamento el lunes pasado, día que comunicó a Pinto que no había perdido la beca: "Hay que dejar de ver esto como una revalidación de las becas. Esto hay que empezar a mirarlo como una curva de rendimiento del deportista, pero ese rendimiento se mejora de distintas formas. Con ranking, con participación en torneos, con las marcas... En el intertanto pasan muchas cosas y de eso el reglamento actual se hace cargo en forma poco clara o vaga".
El sistema comenzará a operar en 2019, año que será de transición hasta la completa implementación en 2020.