El presidente trató de cuidar al entrenador que hace un puñado de días se había sometido a una operación de rodilla y que acababa de sentarse sobre una pequeña heladera después de caminar casi una hora por el campo: "Ya está, ¿no? ¿Querés que nos vayamos al vestuario? Así descansás un poco". La devolución del técnico sorprendió al dirigente número uno del club: "¿Vos estás bien? ¿Te gusta todo esto?". Al escuchar como respuesta un "sí, claro", el DT cerró el tema: "¿Para qué nos vamos a ir, entonces? Disfrutemos un rato más". Ese momento, ese minidiálogo rescatado el día de su presentación ante los hinchas de Gimnasia y Esgrima de La Plata en un estadio desbordado de felicidad, refleja cómo vive Diego Armando Maradona esta aventura, cómo la siente. Y todo es bien maradoniano, regido por la desmesura absoluta, con un choque brutal entre el amor y el negocio que su figura siempre provoca.
"Después que me dijo que sí, que quería dirigir a Gimnasia, cuando ya nos habíamos puesto de acuerdo en todo y empezamos a planificar cómo sería la conferencia de prensa de presentación oficial, Diego me pidió que lo primero que quería era estar en contacto con los hinchas y que su deseo era que fuese en nuestro estadio del Bosque. Por suerte, salió todo bárbaro. No hubo ningún problema y nos emocionamos todos", le cuenta Gabriel Pellegrino, presidente de Gimnasia, a La Tercera.
Sin espacio para trabajar en Argentina tras su experiencia como técnico en la selección durante el Mundial de Sudáfrica 2010, Maradona necesitaba cariño en su país, en su fútbol. Por eso mismo, cuando esta historia nació en una fake news lanzada en Twitter que lo oficializaba como DT de Gimnasia sin que nadie lo hubiera llamado, el 10 salió enseguida a aclarar que su teléfono no había sonado, pero que estaba dispuesto a dirigir.
Nada más llegar, pidió no utilizar los números 13 y 17, solicitó evitar el uso del verde en las prácticas y le abrió la puerta a un sacerdote para bendecir y limpiar el club de malas energías.
A esa altura, los dirigentes habían recorrido otras opciones (Eduardo Domínguez, Omar De Felippe, Julio Falcioni), siempre diluidas por un "no, gracias". Lógico: ¿qué técnico con una carrera ya armada y con dulce currículum puede decirle sí a un equipo en zona de descenso, que debe descontar 10 puntos en un torneo ya empezado y con problemas económicos, en concurso de acreedores?
Maradona enseguida contestó "sí" porque busca amor. Otra foto para certificarlo se capturó en el vestuario, antes de la presentación, en el primer encuentro con el máximo referente del equipo, el marcador lateral izquierdo Lucas Licht, de 38 años, con quien luego caminaría a su lado por la cancha de ese estadio repleto.
"Luquitas, yo los necesito a ustedes y ustedes a mí. Ustedes ya me están ayudando y yo los voy a ayudar", le dijo lagrimeando Diego a Licht. Y el experimentado defensor ratifica esa postal íntima: "Nos emocionamos los dos. Es increíble lo que sentí". Licht trata de resumir el efecto Maradona con una definición: "Es arenga, es motivación".
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Maradona, en la presentación que Gimnasia realizó tras su llegada.[/caption]
Una voz con peso en el plantel también es la de Franco Mussis: "A Diego lo veo con mucha energía, con muchas ganas. Contagia todo el tiempo. Te dan ganas de salir a jugar y comerte el pasto. Nos pide que juguemos y que no perdamos la intensidad. Es impresionante lo que transmite".
Tan grande resulta el impulso que genera el 10 en esos jugadores que de los 15 puntos disputados ganaron apenas uno, que, en la práctica del jueves, Diego debió pedir que disminuyeran justamente esa intensidad que les reclama. Cuentan que la predisposición de los futbolistas es total en los entrenamientos, por ahora todos a puertas cerradas.
Como la salud de Maradona se encuentra atada con alambre le armaron un cuerpo técnico potente, con Sebastián Méndez (dirigió a Palestino el año pasado) y Adrián González como ayudantes de campo. Si el 10 no está, ellos pueden hacerse cargo sin problemas. Sin embargo, Diego no faltó a ninguna práctica en la primera semana. "Está muy activo en los entrenamientos. Da indicaciones, habla mucho, maneja todo él", confían quienes pueden observar los ensayos. Diego ya dejó en claro que de entrada Gimnasia se dibujará con un 4-4-2 que según las circunstancias irá mutando a un 4-2-3-1 o a un 4-4-1-1.
También hay espacio en este Maradona que recién empieza a dirigir Gimnasia para las supersticiones y para la fe. Sin éxito pidió a la Superliga que le permitan a su equipo no utilizar los números 13 y 17. Además, en el complejo de entrenamiento solicitó evitar el uso del color verde. Y a mitad de semana le abrió la puerta a un sacerdote para bendecir el club y limpiarlo de malas energías.
Mientras los jugadores admiran al genio en la convivencia del día a día, mientras Maradona disfruta cada minuto, alrededor del 10 danzan los millones. Gimnasia no sólo se jacta de este momento histórico con una leyenda como DT. El club aprovecha cada situación para dibujar una sonrisa en una tesorería habituada a los máximos desencantos. Este Gimnasia que se encuentra en concurso de acreedores, que le pagaba el segundo sueldo más bajo de la Superliga a su último técnico (Hernán Darío Ortiz) y que no sabía cómo seducir sponsors, de repente, se encontró con una revolución.
Es sensacional el golpe de efecto para Gimnasia. Tenía 30 mil socios, pero con Maradona, en algo de más de una semana, ya sumó casi 5 mil, según confirma su presidente Pellegrino. "Lo que genera Diego es muy grande. Llegan pedidos de todo el mundo para asociarse", le dice a La Tercera el gerente de marketing del club, Norberto Gobbi. La facturación del shop que vende productos de Gimnasia multiplicó por 10 sus ventas. Sólo por la presentación del domingo pasado en el estadio, Gimnasia embolsó unos 750 mil dólares.
Pagó la empresa del carrito de golf en el que ingresó Maradona. Dio sus réditos la pelota que el 10 llevó en sus manos. Hubo 12 empresas que abonaron para que de algún modo sus nombres se vieran en el mundo a través de la TV, de videos y de fotos. Ahora se evalúa cómo sacarle el jugo a las prácticas, vendiendo sus contenidos y detalles al menos una vez por semana. "También estamos en conversaciones con Netflix Latinoamérica para hacer una serie de Diego en Gimnasia", blanquea Gobbi.
Eso sí, el negocio no solo lo hace Gimnasia. Lo goza una Superliga que estaba opacada por los superclásicos que se jugarán por las semifinales de la Copa Libertadores. Lo celebran también los rivales del equipo de Maradona. El primero, Racing: uno de sus sponsors, Fiat, que ya pagaba 14 millones de pesos por su presencia en el estadio y en redes sociales, desembolsará otros 7 millones (unos 130 mil dólares) por extender su patrocinio al pecho de la camiseta en los próximos cuatro partidos, aunque solo le interesa uno, el de hoy, el que rebotará en todo el planeta por culpa de Diego. ¿Más? Más: en Córdoba, el segundo destino del Gimnasia de Maradona, ya anunciaron los dirigentes de Talleres que habrá un espacio importante para hinchas visitantes. Pensando en incrementar la recaudación, obvio.
Los medios de comunicación, por supuesto, hacen todo para no quedarse afuera de los beneficios provocados por un Maradona en acción. Así, el canal TyC Sports el miércoles le dedicó ¡un especial de 10 horas seguidas! a Diego y su historia con un rating importante para la TV de cable.
Casi no se escuchan voces en contra del regreso de Maradona al fútbol argentino. Casi nadie se atreve a mostrarse antipático con el genio de las inolvidables hazañas futboleras. De todos modos, algún testimonio adverso se filtra. Uno es el de Alfredo Leuco, periodista político con pasado en deportes, quien en su programa televisivo por TN sentenció: "Es cierto que Gimnasia está cerca de irse al descenso. Pero el peor descenso es la apuesta a una persona que sintetiza la decadencia y la degradación del ser humano. Hoy Maradona es la síntesis de lo que no debemos ser ni como personas ni como ciudadanos".
Todo lo provoca este Diego que luce frágil e híper sensible, que se quiebra más seguido que nunca. "Viene muy golpeado por la muerte de José Luis Brown (uno de sus compañeros en México 86) y por la enfermedad de Carlos Bilardo", explican por lo bajo desde el entorno del 10. En segundo plano, se ubican sus inocultables problemas para expresarse, reflejados en la conferencia de prensa y en alguna entrevista individual que concedió. Le cuesta redondear las ideas. Cada vez repite más las pausas en su discurso, matizándolas con una "e" híper estirada. Comete imprecisiones en datos que antes no se le escapaban.
Quienes rodean a Maradona deslizan que "todo es producto de los ansiolíticos y de la medicación que ingiere para dormir, normal para una persona que tuvo una vida tan loca y descontrolada como la de Diego". Hace un tiempo, en una entrevista, su novia Rocío Oliva (desembarcó en Gimnasia también como encargada del fútbol femenino) precisó que Maradona "toma entre 10 y 15 pastillas por día".
Muy lejos de aquel héroe de México 86 que a todo desafiaba y gambeteaba, este Maradona que se aproxima a los 59 años, hoy, a las 11 de la mañana y ante Racing, jugará un partido distinto. También viajará a la historia de un ídolo que pide cariño a gritos.