Atrapados en la red: Twitch, la nueva moda que se lleva la atención de los técnicos

A pocos días del inicio Mundial, Luis Enrique remeció todas las estructuras convencionales. El técnico de España anunciaba la apertura de un canal en Twitch, una plataforma que le permitiría estar en contacto directo con los millones de aficionados de La Roja europea. El estratega entraba de lleno en uno de los espacios que mayor atención concita en la red. “Hola a todos. Streamers del mundo apartaros que voy cuesta abajo y sin frenos. Grabo este vídeo para anunciaros que mi intención es stremear durante el tiempo que estemos en Qatar”, anunció desde una habitación con poca iluminación, la silla gamer de rigor y grandes audífonos en sus orejas. En resumen, todo un exponente de la nueva forma de relacionarse.

“Es una idea que parte de manera un poco descabellada, pero que entiendo que puede ser muy interesante para establecer una relación directa con vosotros -los aficionados- a los que les pueda interesar la información de la selección contado desde un vista particular, el mío y el de mi staff”, justificó el técnico asturiano, cuya relación con la prensa siempre fue tensa. Los ciclos en el Barcelona y en el combinado nacional estuvieron marcados, precisamente, por esa condición. Otra de las definiciones del estratega para la búsqueda de comunicación lo define con claridad. “Sin filtros, más espontánea, más natural y lo suficientemente interesante para todos”, planteó. Ahí, por ejemplo, dejó entrever uno de los encargos que les planteó a sus dirigidos, casi a modo de premonición. “¿Lanzadores de penaltis? Tienen deberes desde hace un año, tenían que llegar con 1.000 penaltis tirados en sus clubes”, adelantó. Los ensayos, si los hubo, no fueron suficientes.

El problema es que la participación de España en el Mundial no fue todo lo buena que proyectaba el entrenador y que esperaba la opinión pública. La caída a manos de Marruecos en la definición por penales no solo puso término, antes de tiempo, según las proyecciones ibéricas, a la estadía del combinado. También dejó en stand by la aventura cibernética del adiestrador. La experiencia tenía fecha de vencimiento. “No sigo después del Mundial. Esto es una experiencia enriquecedora y nos sirve como relax, pero después del Mundial no seguiré”, había anunciado antes del fiasco frente a los africanos. Ahora, con la eliminación consumada, ya no había duda alguna de que el camino era apagar el computador y la webcam. “Espero y deseo que nos volvamos a ver y, si no es así, la vida continúa. Este puede ser mi último ‘stream’ si caemos ante Marruecos, pero espero que no sea así”, manifestó casi a modo de premonición. Se terminó yendo de la red y del Mundial, pero llegó a tener casi 750 mil seguidores. Un gran premio de consuelo. Las ganancias generadas durante estas semanas de Mundial irán a la Fundación de Oncología Infantil Enriqueta Villavecchia y a su proyecto ‘Pabellón de la Victoria’ en el Hospital Sant Pau de Barcelona.

Por cierto, también encontró defensores. “Coincido que se le pueden criticar muchas cosas a Luis Enrique, pero España no pierde por Twitch. Twitch no te hace no mejor ni peor. Y menos a una persona como Luis Enrique, obsesionado con la selección, ni que vea en directo los partidos”, declaró Ibai Llanos, buque insignia del género, cuya relación con el fútbol es estrecha. Fue quien golpeó al mundo con la primera entrevista de Lionel Messi después de dejar el Barcelona y fichar en el PSG.

La idea de Luis Enrique alcanzó a generar efectos entre sus colegas. Uno de ellos, Jorge Sampaoli, realizó un ejercicio similar. Eso sí, a diferencia del asturiano, el casildense, siempre abierto a tomar ideas de otros para potenciar su trabajo, no abrió un canal propio, sino que ocupó la de su club, el Sevilla.

Hay que considerar, en todo caso, que el tenor de las interacciones está lejos de ser tan específico como los análisis que pueden observarse en programas especializados o en una charla técnica. De hecho, la idea es mostrar una faceta más humana y cercana. En el caso de Luis Enrique, precisamente lo contrario a lo que proyectaba su imagen pública más habitual.

En Chile, seguir la tendencia parece complejo. Primero, porque hasta ahora ningún técnico se ha atrevido a desarrollar una propuesta en redes. Y luego, porque, tal como pasó con Luis Enrique, la viabilidad está dada por los resultados. “Es complicado, porque todo de si ganas o no. Hoy da la impresión de que Luis Enrique estaba más preocupado de eso que del equipo. Es tan relativo. Todo depende del momento. El comentario va a surgir en función de eso. Él hizo una crítica a los equipos que no jugaban como él y así se le presentó Marruecos, que defendió más que lo que atacó y le ganó”, sentencia, por ejemplo, Gustavo Huerta, entrenador de Cobresal.

El factor riesgo también es considerable, aunque, según el DT nortino, nada nuevo en la actividad. “Es como siempre en el fútbol. El técnico siempre está en riesgo. Si no dice nada es un riesgo también. Uno ve montones de entrevistas previas a los partidos y de repente en el encuentro mismo no se ve nada de lo que se habló antes. Uno puede decir lo que uno quiera. Por eso soy malo para decir cosas antes de un partido”, sentencia.