En un entretenido y polémico partido, Senegal se impuso con autoridad a Polonia por 2-1 en el cierre de la primera fecha de la fase de grupos. Los africanos quedaron líderes del Grupo H de Rusia 2018 junto a Japón, que a primera hora venció a Colombia.
Los europeos se vieron sorprendidos desde el inicio con el orden defensivo y el buen toque del equipo dirigido por Aliou Cisse, no encontrando respuestas para acercarse al área. Su gran estrella, Robert Lewandowski, se perdía en la ofensiva, completamente aislado. Por el contrario, Sadio Mané, la figura de los contrarios, complicaba a los polacos.
Un autogol de Thiago Cionek (37') tras un remate de Idrissa Gueye abrió la cuenta merecidamente. A partir de ahí se vieron los peores momentos de Polonia.
Hasta que vino la polémica. Mbaye Niang estaba fuera de la cancha, mientras era atendido por una lesión. Tras recuperarse, pidió permiso para reingresar al campo y el árbitro Nawag Ghayyath lo autorizó. Justo en ese preciso momento, Grzegorz Krychowiack jugó el balón desde campo rival hasta el propio; el senegalés apuró el reingreso, sorprendió a la defensa polaca, capturó el balón, eludió al arquero Wojciech Szczesny y marcó el 2-0 (60').
Lewi lideró los reclamos polacos, pero el juez validó la conquista. En todo caso, el error fue polaco, aunque dicha jugada se debatirá ampliamente.
Polonia intentó una reacción y el propio Krychowiack se reivindicó, sólo en parte, y marcó el descuento (86'), pero era demasiado tarde.
Triunfo muy importante para Senegal, que vuelve a los Mundiales de gran forma tras 16 años.