Audax tenía todo en contra en su estreno en la Copa Sudamericana. Por un lado el rival. Botafogo de Brasil, reciente campeón del torneo Carioca, metía miedo con el chileno Leonardo Valencia entre sus filas. Por otro, la cancha. Los itálicos no pudieron jugar en La Florida y se fueron a San Carlos. Y por cierto sus propios fantasmas, esos que lo tienen en el fondo de la tabla del campeonato chileno.
Justamente, esos fantasmas se hicieron presentes en San Carlos y Audax, habiendo hechos muchos méritos para un mejor resultado, pecó en los momentos menos esperados y se dejó vencer por el gigante brasileño.
El cuadro de Hugo Vilches parecía lograr sacudirse de un paupérrimo inicio de certamen nacional, cambiaba el chip y se plantaba de igual a igual ante el cuadro brasileño. Para eso, claro, primero tuvo que aguantar los tibios embates de la visita, que si bien tenía le pelota y se aproximaba al arco de Peric, realmente no lograba incomodarlo en demasía.
Cuando el primer lapso ya se iba, los de colonia lograron hilvanar por fin una jugada con toques de primera y precisos. Fue así como el colectivo logró abrir la cuenta. Participaron varios: Vásquez, Carrasco y Jeraldino la tocaron antes de que Santos pudiera mandarla al fondo de la malla. Era un premio por el trabajo bien hecho.
Ya en el complemento, Audax parecía envalentonarse con la conquista. La superioridad de posesión de pelota que mostraron los brasileños en la primera etapa ya no era tal y el juego se disputaba en la mitad de la cancha, con aproximaciones de lado y lado. Pero pasó lo inesperado: Santos se lesionó, dejó la cancha y Botafogo se vino encima.
Y así, en el mejor momento de los itálicos, llegó el descuento del Fogao: centro de Valencia y Benner aprovechó que nadie pudo despejarla. Baldazo de agua fría para los verdes. Fue la primera de dos desatenciones. La segunda llegó en el peor momento: en los descuentos, Pimpao puso el 1-2.
Tuvo con qué el elenco chileno, pero los mismos errores y la sensación de fragilidad que lo tienen estancado en el último puesto del torneo nacional, lo privaron de obtener un mejor resultado ante el gigante brasileño, a pesar de haber mejorado en algo su juego. Los detalles que lo sepultan en Chile lo condenaron en la arena internacional.