El Real Madrid vive días complicados. El cuadro de Julen Lopetegui no logra despegar en esta temporada y, en la liga, las cosas no caminan. De hecho, tras nueve jornadas, los blancos marchan en el séptimo lugar de la clasificación, con 14 puntos. Y aunque solamente están cuatro unidades por detrás del Barcelona líder, el discreto nivel de juego y la escasa capacidad goleadora es lo que tiene a todos preocupados en el Santiago Bernabéu.

Por lo mismo, la tensión aumenta en el camarín del equipo. Y este lunes, el propio capitán, Sergio Ramos, exhibió los nervios que se viven en la interna. Durante el entrenamiento de esta jornada, el también capitán de la selección española perdió la compostura y, tras una acción en la que el joven defensor Sergio Reguilón intentó robarle el balón, Ramos las emprendió en su contra. Molesto, le lanzó dos pelotazos ante la mirada y pasividad de todos. El agredido agachó la cabeza, atónito, y no dijo nada.

El registro se difundió rápido en los medios de comunicación de Europa y se instaló la polémica. Por lo mismo, más tarde, Ramos utilizó las redes sociales para intentar explicar el exabrupto. "Aunque no os parezca, son situaciones bastante habituales, pero no es excusa, mi reacción no debió ser esa. Nosotros siempre vamos a full. ¿Verdad, Regui? ¡¡Al final victoria del equipo juntos!!", se justificó.

Sumando todas las competencias, el cuadro de Madrid registra cuatro caídas y un empate en los últimos cinco compromisos y las cosas siguen complicándose justo al inicio de una semana clave, que comenzará con el partido ante el Viktoria Plzen, por la Champions League, y terminará el domingo cuando visiten el Camp Nou para medirse al Barcelona, en un duelo que se anticipa clave para el futuro del equipo y del propio Lopetegui.