Mientras Natalia Duco recorre el Monte de los Olivos y otras atracciones de Medio Oriente y posa sonriente para las fotos de sus redes sociales, en el calor de Santiago sigue sin resolverse su caso de dopaje siete meses exactos después de su anuncio público. Se esperaba la sentencia para principio de año, luego de que la audiencia también se demorara (24 de octubre). Pero el tribunal sigue sin pronunciarse.

Según las partes, la senten cia ya está escrita y será presentada en los próximos días. ¿Por qué la demora? No hay respuesta oficial.

El Tribunal de Expertos en Dopaje (TED) ha ido trabajando en el fallo, que se presume extenso y sin precedentes en la historia del antidopaje nacional, tanto por la magnitud de la atleta, quien no pidió contramuestra, como por la especificidad de la sustancia detectada (GHRP-6, inédita en el país). De ahí, la demora para entregar las conclusiones, sostienen. Además, la entidad que encabeza el abogado Cristián Ramírez Tagle se ha mostrado muy preocupada de evitar cualquier tipo de filtración que pudiese poner en duda la credibilidad del proceso.

Entre los protagonistas del caso, ya hay certeza de que el fallo está en acuerdo y redactado, y que solo restan detalles marginales para que sus conclusiones sean conocidas a la brevedad. Incluso, algunos se atreven a señalar que habrá novedades durante esta semana o, a más tardar, a comienzos de la próxima (aunque en realidad eso llevan diciendo desde hace mes y medio).

Del resultado del fallo dependen las aspiraciones de la balista, quien se encuentra suspendida desde el 12 de julio del año pasado, ya que arriesga un máximo de cuatro años. Incluso, una sanción intermedia de 24 meses la dejaría muy comprometida en su idea de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio. No tendría el tiempo necesario para conseguir la marca mínima.

Una vez se anuncie la sentencia, Duco tiene derecho apelar, y, por su condición de deportista internacional, hacerlo ante el TAS, tal como lo indica el Artículo 13 del Código Mundial Antidopaje.

Ejemplos recientes hay varios. Uno es el del futbolista peruano Paolo Guerrero, quien recurrió al organismo internacional para lograr frenar su sanción. Y si bien debió cumplir el castigo, un recurso ante un tribunal suizo le permitió congelar la sanción y jugar el Mundial de Rusia 2018. Tuvo que purgar más tarde los meses que le restaban.

Otra situación es la de Paulo Garcés, que apeló al TED tras recibir cinco meses de suspensión por el presunto consumo de un quemador. Al haber alegado ante el tribunal chileno ya no puede hacerlo ante al TAS. Es uno u otro.

El bullado caso de Natalia Duco sigue sin llegar a su fin aunque ya han pasado diez meses desde la muestra en la que dio positivo, y siete desde que se lo notificaron y empezó a correr su suspensión provisional.