Austin no era el lugar
Lewis Hamilton fue tercero en Texas (ganó Kimi Raikkonen), lo que sumado al cuarto puesto de Sebastian Vettel, extendió la expectación para este domingo en México, donde al inglés le basta con ser séptimo o que el alemán no gane para consagrarse.
Venció Ferrari en Texas. Se impuso Kimi Raikkonen en las carrera, pero también ganó Sebastian Vettel una semana más, al menos, como aspirante a un título de la Fórmula 1 que cada vez más comienza a acercarse a alguna estantería en la casa de Lewis Hamilton.
El inglés era el poleman ayer, en el Circuito de las Américas, donde sabe sentirse en casa. Pero en la primera maniobra, Raikkonen le quitó la primera posición, la que soltó solo en esos momentos en que los bólidos pasan por pits.
La única tranquilidad que tenía Hamilton (que Vettel había sido penalizado y largaba apenas quinto), creció justo detrás suyo en esa primera vuelta, pues el alemán cometió un error al intentar adelantar a Daniel Ricciardo y, luego de tocarse, se salió de la pista, sufrió un trompo y perdió casi 20 segundos.
Un error más en una temporada que no ha sido feliz para el alemán.
Después, el germano avanzó posiciones y nunca se alejó de los tiempos, pero no fue protagonista. Incluso, en algún momento de la carrera, el título de la F1 2018 estaba en manos del británico: cuando le sacaba ocho puntos en la clasificación. Pero finalmente la diferencia en pista fue de sólo tres unidades.
El inglés perdió buena parte de sus opciones de triunfo al ver cómo se degradaban los neumáticos en medio de la carrera.
"Tengo sensaciones encontradas. Contento, realmente contento por Kimi. Pero no tanto por mí. Tendría que haber sido un mejor día. Debí estar en el punto ciego de Ricciardo. No estoy seguro de que me viera. La curva se cerraba y nos golpeamos. Fue una gran pérdida para mí", declaró Vettel.
Los cinco primeros del campeonato rodaron en las cinco primeras posiciones de la prueba en los últimos giros. Raikkonen al frente, pese a que en algún momento pudo darle su puesto a Vettel; el sorprendente Max Verstappen, segundo (había largado 18º), tenía la firme intención de alcanzar a Iceman y conseguir su segunda victoria del año.
Por eso se le hizo tan difícil a Lewis Hamilton pasarlo. Aunque lo alcanzó a un par de giros del final, le metió el Mercedes, la cuerda nunca lo favoreció y menos el holandés iba a querer perder un cajón del podio.
"Felicidades a Kimi y gran trabajo de Max también. Esto fue lo mejor que pudimos hacer. Colectivamente, como equipo, no hemos tenido la mejor actuación. Vamos a reagruparnos para discutir qué pasó", se lamentó el británico tras la competencia.
Raikkonen no ganaba desde 2013 y selló la 50ª victoria para un piloto finlandés en la Fórmula Uno. "Esto no me cambia la vida. Quién sabe, la gente está probablemente más contenta que yo. Aunque obviamente estoy mucho más contento que de haber sido segundo", dijo, en su estilo, el vencedor.
De ser segundo Hamilton y quinto Vettel, ayer se hubiera coronado el inglés.
Pero no fue así y la expectativa queda para este fin de semana. Las cuentas para México son bien sencillas: si Hamilton termina entre los siete primeros de la carrera, será campeón. Si acaba detrás de esa posición, le basta con que Vettel no gane. ¿Al revés? Vettel debe ganar y que Hamilton no termine entre los siete primeros para mantener su ilusión. Y aún así le quedarían dos match balls a Lewis.
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