Ayudando al enemigo: el día en que el delantero de Coquimbo Rubén Farfán recomendó a Darío Osorio para las inferiores de la U
La joya estuvo cerca de formarse en Santiago Wanderers, pero un día dejó de asistir a los entrenamientos. El actual delantero de los Piratas lo recomendó durante su paso en los laicos y demostró que no estaba equivocado. Hoy, el extremo es el mejor de los azules y una de las principales promesas del fútbol nacional. Este miércoles se enfrentan por el descenso.
En Valparaíso, específicamente en Hijuelas, nació el nuevo crack de la Universidad de Chile. Darío Osorio, con apenas 18 años de edad, es el jugador más gravitante de los azules, exhibiendo una técnica notable y una zurda realmente sobresaliente, además de un gran dinamismo que hace pasar malos ratos a los rivales. Eso, más allá de que el momento de su escuadra, que marcha en el puesto 14 del Torneo Nacional y seguramente luchará por no descender en la recta final del certamen, no es el ideal.
Desde muy pequeño, el hoy extremo de los laicos comenzó a lucir toda su categoría. Ya asomaba como promesa desde muy temprano, cuando jugaba entre con otros niños en la Escuela Municipal de Hijuelas ya con el sueño de convertirse en uno de los mejores. Aunque quizás, nunca pensó que llegaría a uno de los clubes considerados grandes a nivel nacional, como es la U, pese a su complejo presente.
Darío pudo ser caturro. Con apenas siete años, se robó todas las miradas en un torneo que se disputó en Mantagua. Allí, fue visto por Héctor Robles, uno de los exjugadores históricos de Santiago Wanderers y quien se lo llevó a las inferiores del conjunto porteño. Pero un día dejó de asistir a los entrenamientos y, finalmente, decidió dejar de formar parte del equipo. Aún era muy joven.
Su talento, eso sí, no podía desperdiciarse y el destino se encargó de poner todo en su lugar. En 2015, llegó el día que le cambió la vida por completo. Osorio asistió a una de las pruebas masivas del conjunto universitario que se realizó en El Melón. No tan solo enamoró a los captadores encargados, sino que también había sido recomendado por uno que, ese año, pertenecía a los azules: Rubén Farfán. El delantero nacido en la comuna de Nogales incidió en el arribo del joven atacante a los laicos. Hoy, Farfán estará al frente, en Coquimbo Unido. Es el delantero que enfrentará a la joya con un objetivo que los une, pero con diferentes camisetas: conseguir las tres unidades que les permitan a sus respectivos equipos escapar del descenso.
Fue entonces que Darío se trasladó a Santiago para sumarse a la U. No tardó en ser protagonista y destacar entre sus pares. De hecho, cuando Rodrigo Goldberg era el gerente deportivo de los universitarios, en el Centro Deportivo Azul se creó un grupo con los jugadores que fueron considerados como promesas. Lucas Assadi y Osorio comandaron ese conjunto.
“Él ya estaba cuando nosotros llegamos. Estaba en el grupo de jugadores destacados. Creamos el equipo de proyección y obviamente lo incluimos. Siempre nos dijeron que con Lucas Assadi y Darío Osorio había que tener ojo. Que eran los ‘megacracks’ que íbamos a tener”, dice al respecto el Polaco.
Sobre los motivos que lo llevaron a escogerlo por sobre otros juveniles, Goldberg dice: “Nos llamó atención básicamente la técnica que tiene Darío. Es un jugador que tiene una zurda muy linda. La forma en la que le pega al balón... La inteligencia que tiene. Es un jugador muy silencioso, callado. Le cuesta a veces sacar la voz, pero es un jugador que, insisto, tiene una calidad técnica que es poca veces vista. Eso le favorece mucho”.
El exatacante de los estudiantiles considera que se trata de un jugador que estará poco en el fútbol nacional. “Es probable que le quede poco en Chile. Con la calidad que tiene... Es un talento muy vendible. A su corta edad, ya está para la selección adulta entonces obviamente es un jugador que muchos quieren querer. No me extrañaría”, concluye.
En 2021, Rafael Dudamel lo llevó a la pretemporada con el plantel de honor de la U. En ella, disputó uno de los amistosos, frente a Deportes Recoleta. De inmediato, Osorio demostró que tenía condiciones, concediendo dos asistencias. Aunque fue convocado por el DT venezolano en el Torneo Nacional, frente a Deportes Antofagasta, no lo hizo debutar.
En 2022, agarró protagonismo. En un certamen amistoso que los laicos disputaron con Boca Juniors y Colo Colo, Osorio jugó su primer duelo ante las miradas de los hinchas. Ante el Cacique, marcó el descuento en la derrota por 2-1. En febrero, debutó ante Ñublense, mientras que ante Unión Española, en el pasado marzo, anotó su primer gol como profesional.
Con el tiempo, Darío se ha convertido en pieza clave en el equipo que adiestra Diego López, quien, increíblemente, no lo utilizó como titular en el último Clásico Universitario ante la Universidad Católica. Sin embargo, tras su ingreso, volvió a demostrar su clase, con un zurdazo con el que exigió al arquero Matías Dituro y estuvo cerca de ser el descuento. Al final, la U perdió por una goleada 0-3 y se mantuvo en la parte baja del torneo.
Osorio, seguramente, continuará demostrando su talento, como uno de los más fundamentales en un equipo que se ve cada vez más enredado. Su futuro parece estar cada vez más lejos de Chile, pese a que desde su escuadra negaron un acuerdo con el Wolverhampton, de la Premier League. De momento, la joya no se mueve del país, dándole así la posibilidad a los fanáticos del balompié de apreciar su talento.
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