Azul Azul ha pagado la deuda fiscal de la U. Una noticia que viene a hacer frente a la compleja situación económica que atravesaba el club laico y que de paso estira la concesión de la institución hasta 2052, haciendo uso de una cláusula en el contrato firmado en 2007.
La información llegó de la mano de un escrito publicado por Azul Azul y firmado por el gerente general de la concesionaria azul, José Ignacio Asenjo. Allí se explica con detalle lo acontecido por la sociedad anónima en los últimos días y se comunica a la Comisión para el Mercado Financiero de la situación.
“Con fecha 26 de diciembre de 2022, la Sociedad procedió a entregar en la Tesorería General de la República documento de pago respecto de la totalidad de la deuda tributaria que la Corporación de Fútbol Profesional de la Universidad de Chile (la “Corporación”) mantenía vigente con el Fisco de Chile”, comienza informando el texto.
De igual forma el escrito explica que con la cancelación total de la deuda, el contrato de concesión se renueva hasta mediados de 2052. “Habiendo recibido confirmación y efectuándose el pago a la Tesorería General de la República, así como la recepción conforme de este, informamos a usted que dicha obligación se encuentra extinguida y que en consecuencia ha operado la prórroga automática del plazo de la concesión de que la Sociedad es titular, respecto de todos los bienes, derechos y activos de la Corporación, hasta el día 8 de junio del año 2052″, se desprende de la carta.
Esta situación se produce por “la cláusula octava del Contrato de Concesión, Uso, Goce y Explotación, celebrado por escritura pública de fecha 8 de junio del año 2007, en la Cuadragésima Quinta Notaría de Santiago de don René Benavente Cash, entre la Corporación, en quiebra y la Sociedad”.
De esta forma el control de Universidad de Chile seguirá ejerciéndose por Azul Azul durante treinta años más, pero además la U pasa a ser el primer cuadro del fútbol chileno (que es controlado por una Sociedad Anónima) en cancelar la deuda que se tenía con Tesorería.
Cabe recordar que tras la Ley de SADP, de 2005, los clubes reconocieron una deuda histórica de impuestos por derechos de imagen y premios, abriendo una situación morosa que se esquivó largamente por los equipos del fútbol chileno.