Era para celebrar en una fiesta sin alardes, con un rival tocado por nueve derrotas seguidas. Era para el reencantamiento extraviado. Era para haber bailado al son de la cumbia y hacer el trencito desde Rancagua a Cali.

Todo partió mal desde el prepartido. En la conferencia de prensa, Rueda trató de emular a Merlí, el profesor de la serie española, ante una nube de periodistas atónitos de la clase preparada. Solo le faltó el cucurucho de burro para castigar, según él, a la no pensante audiencia.

Desde allí, se enrareció el clima laboral bajo un nefasto liderazgo comunicacional entre la prensa y el DT. Prometió nominaciones y titularidades, arrumacos y respetos con algunos cracks resistidos y amenazas de un futuro incierto. Todo calculado.

Pero era cosa de tiempo. De esperar sus severas promesas. Y todo quedó en manos de sus jugadores. Los que, iniciado el match, se vieron sorprendidos por el tiki taka de los ticos bajo un DT interino. Vidal, Pulgar y Medel sólo veían pasar el balón de toques sutiles.

Los chilenos fueron maniatados. Cundió la impaciencia y los errores también. La defensa pasando zozobras. Los referentes no asomaban, Alexis perdiendo balones y perdido en la banda izquierda. Vidal, como un maratonista sin hoja de ruta en su desorden habitual. Medel, inconexo sin gravitar. Pulgar, sobrevalorado como volante creativo.

¿Y Paredes? Deambulando sin poner su sello del gol ni justificando la nominación. Y con algo de pundonor, se maquilló la insultante derrota.

La tesis de la altura defensiva, la titularidad de Junior, el cambio de Isla como puntero, la nominación de Paredes por su pasado, las entradas de Castillo, Sagal y Bolados... son para pensar que pronto se empiece a escuchar a Los Prisioneros y su baile de los que sobran.

Se acaba el año y no se percibe una obra gruesa, seguimos en tijerales con maestros, estucadores y cuantiosos aprendices de mucha arena y poco cemento.

Esta noche, contra un débil rival como Honduras, espero que Rueda nos muestre atisbos de verdad, porque de mentiras - y se va a jugar en La Araucanía - estamos hasta la coronilla.