El galés Gareth Bale y el colombiano James Rodríguez, ambos lesionados, se marcharon del estadio Santiago Bernabéu antes de la conclusión del partido igualado sin goles ante el Real Betis, y su entrenador, Zinedine Zidane, los justificó.
Como ya ocurriese ante el Leganés, Bale no vio acabar el partido de sus compañeros y se marchó a los 84 minutos del Bernabéu. James lo hizo tres minutos después. Ambos se perdieron las dos ocasiones del brasileño Vinicius que pudieron dar el triunfo al Real Madrid en un partido sin goles frente al Real Betis.
"Los dos jugadores animaron a los demás antes del partido y eso es lo más importante", justificó Zidane en rueda de prensa desvelando que Bale y James bajaron al vestuario y sin apreciar falta de compromiso en sus gestos.