Bárbara descongela su mayor desafío

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La chilena se propuso una labor más cálida, completar el Ocean's Seven: cubrir siete estrechos legendarios.



Bárbara Hernández sorprendió al país hace años ya, al especializarse en la natación de aguas gélidas. Ahora la Sirena del Hielo se propuso un desafío diferente, lejos del frío, pues nunca ha dejado de ser nadadora de aguas abiertas. Bárbara va por el Ocean's Seven y consiste en atravesar siete estrechos legendarios, por su distancia, dificultad o tradición (ver infografía).

Muy pocos nadadores han conseguido poner su nombre en todas las etapas del desafío. Ninguno de ellos sudamericano. Ninguna de ellas, latinoamericana.

"Cada cruce tiene muchas variables y en conjunto son los más extensos y difíciles del mundo por sus distancias, corrientes y también porque en promedio van desde las 10 horas a incluso 25 horas de natación continua, sin traje de neopreno, sin grasa, solo parando para la hidratación", explica la propia Hernández.

La nadadora ya ha completado dos de los retos, Gibraltar y Catalina, y se está preparando por estos días para el tercero, el Canal de la Mancha. Su plan es postular y reservar fecha pronto, pues no es cosa de presentarse y nadar, sino que debe esperar que cada federación nacional la seleccione.

"Nadar Gibraltar y el Canal de la Mancha ha sido mi sueño de niña, desde que mi tata me habló por primera vez del Tiburón Contreras y lo he mantenido desde que comencé a competir en aguas abiertas", señala Hernández, quien inició la campaña para recaudar los recursos para conseguir la hazaña. Espera ahora, al ser un poco más conocida, que en Chile no sea tan angustiante conseguir el apoyo.

De acuerdo a Hernández, fueron los nadadores que conoce en el circuito de aguas gélidas los que le abrieron los ojos sobre este desafío. Y lo aceptó sin titubear. "Me muero de ganas de ser la primera chilena en poder, con mucho tesón y humildad, llegar a completar estos desafíos, a ganarme un lugar entre los grandes del mundo y con ello abrir los ojos a nuestro país en cuanto a la importancia del deporte", comenta la deportista, quien señala además que espera difundir la natación de aguas abiertas e "invitar a ser cuidadoso y respetuoso con nuestros recursos naturales".

El de los Siete Océanos no es lo único que ha abierto el apetito de la Sirena del Hielo. Reconocida a nivel mundial es también la denominada Triple Corona de la natación de Aguas abiertas: el Canal de Catalina, el Canal de la Mancha y dar la vuelta a la isla de Manhattan, que son 44, 7 kilómetros de recorrido. "Tampoco existe ningún chileno que lo haya realizado y yo ya tengo mi primera corona, el de Catalina", explica Bárbara Hernández.

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Un comentario por cada reto:

Canal del Norte:

"Es lejos uno de los más complejos porque la temperatura del agua nunca es superior a 13°C, tiene gran oleaje y porque en sus aguas siempre hay muchísimas medusas que provocan una reacción alérgica. Eso se suma a la hipotermia, las fuertes corrientes y el viento".

Estrecho de Cook:

"Es conocido por su corriente y también grandes olas que lleva a muchos a suspender el cruce".

Canal de Molokai:

"Lo duro es su distancia, las aguas son más temperadas, menos oleaje, pero con muchísimo riesgo de compañía o ataque de tiburones, lo que lleva a suspender los cruces muy a menudo y sólo 60 personas han podido completar el nado en decadas".

Canal de la Mancha:

"Es el reconocido Everest de los nadadores. Tiene una corriente tan fuerte y muchas veces impredecible que hace que en ocasiones se deba nadar muchas más horas de lo esperado o simplemente suspender el intento. Se puede nadar de noche hasta la mañana o de forma inversa, siempre con muchas olas y agua a 15 o 16°C.

Canal de Catalina:

"Reconocido mundialmente por ser un nado de noche cerrada en donde el nadador no ve más allá de su mano, con compañía de animales marinos y una temperatura del agua de 15 a 16°C, que baja a medida que se acerca la costa".

Estrecho Tsugaru:

"Es un nado también de noche donde la temperatura del agua es más alta, incluso 20°C, pero en donde las corrientes y gran oleaje a menudo obligan a suspender los cruces porque ni las embarcaciones se estabilizan".

Estrecho de Gibraltar:

"Es un cruce más corto que los anteriores, pero con una corriente tan fuerte que a veces impide que los nadadores lleguen a continente".

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