El ejemplo de la cantera modelo. Durante años, el Barcelona era considerado como la factoría perfecta de futbolistas del futuro. La Masía era cuna de cracks, para nutrir al primer equipo de manera sostenida, el prototipo ideal de las divisiones inferiores. Pero esos años de gloria ya no se dan. Ese paradigma de ensueño ha cambiado, porque el mercado ha remecido al fútbol en estos tiempos y el Barça ha tenido que adaptarse para competir de igual a igual con potencias económicas. De la cantera pasó a la billetera.

La evidencia llegó a la cancha. En abril, el técnico Ernesto Valverde decidió rotar para visitar al Celta. En el once estelar, no hubo un solo canterano por primera vez en 16 años por la liga hispana. Para esta temporada, la mayoría del plantel viene desde afuera. Son 14 los formados en otros lados, entre ellos Arturo Vidal, mientras que nueve son de La Masía, siendo tres los grandes sobrevivientes del ADN Barça: Messi, Piqué y Busquets.

Ya pasó la era de Víctor Valdés, Carles Puyol, Xavi Hernández y Andrés Iniesta, el último en abandonar la institución. Por cierto, la filial del club, el Barcelona B, descendió a la Segunda B.

"La Masía se está encontrando en problemas. Hace 10 ó 15 años, el Barcelona cubría posiciones con sus inferiores. Pero hoy cuando un jugador llega a los 16 años, para firmar su contrato en el primer equipo, llegan clubes que están ofreciendo cantidades astronómicas. Cada año el Barça pierde jugadores cadetes que se van a equipos como el City. Todo eso complica el salto hacia el primer equipo. El Barcelona tenía una estabilidad, una plantilla con estilo completo, pero el estilo se va. Para ganar, buscan el resultadismo, y prefieres arriesgar con un jugador formado afuera", analiza Tomás Andreu, periodista del diario Sport.

Ese es el debate que ha tenido el mundo Barça hace un tiempo: el estilo. ¿Por qué el equipo ya no se pega completamente a su libreto histórico? Parte de esa respuesta la entregó su secretario técnico, el exjugador francés Eric Abidal, durante la presentación de Vidal, en agosto. "Se habla de un modelo y en aquella época había otros jugadores. Ahora tenemos a otros y debemos adaptarnos", afirmó. En el Mundial se vio que el contraataque y las transiciones rápidas le ganaron a la posesión.

Esa adaptación va de la mano con un gasto altísimo en fichajes. Para las últimas cinco temporadas, han desembolsado más de 900 millones de dólares en incorporaciones. Para la presente campaña, pagaron US$ 147 millones en cuatro refuerzos, entre ellos Vidal, y ninguno, hasta la fecha, pero son, más bien, alternativas.

"Se tienen que adaptar y la competencia es importante. Tendrán su oportunidad de mantenerse en el equipo, pero no es fácil", expresó ayer Valverde.

En el mandato de Josep María Bartomeu se dio el fichaje más caro en la historia del club: el brasileño Philippe Coutinho. Su pase costó 130 millones de euros (US$ 152 millones).

Los cambios también han salpicado a la selección española, que en su época dorada era una réplica del Barcelona. Hoy, siendo que Luis Enrique, último técnico que ganó la Champions con los culés, asumió como seleccionador el único titular es Busquets, mientras que el Real Madrid se transformó en la base de España. Eso debe doler en la Ciudad Condal.