Barrios vuela y ya está en segunda ronda

Debut con victoria para Tomás Barrios (260) en el Challenger de Concepción. Un partido que a priori asomaba como parejo, pero que en la cancha tuvo solo un favorito. Desde el comienzo, el nacido en Chillán fue superior a Guillerme Clezar (272), y no tuvo mayores complicaciones para llevarse el partido por doble 6-2. Ahora deberá esperar al duelo de mañana entre Federico Coria (92), primer preclasificado del torneo, y un jugador proveniente de los clasificatorios, para conocer a su próximo rival.

El inicio fue esperanzador. Barrios estaba mejor y obligaba al brasileño a jugar a su merced. Así llegó el primer quiebre, e inmediatamente después, el segundo. El chillanejo se veía suelto y encontraba en sus rápidas transiciones entre defensa y ataque, la clave del partido. Resistía cuando Clezar buscaba las líneas. Atacaba cuando veía el espacio.

Con el chileno arriba 5-1, Clezar batalló para alargar el primer parcial. El juego se niveló un poco y Barrios tuvo que empezar a sufrir. Intentó cerrarlo pero el brasileño resistió dos puntos de set en contra. En el 5-2 fue lo mismo. Un juego áspero, donde ninguno podía terminar de llevárselo, pero que finalmente, tras largos idas y vueltas, Tomás sostuvo su servicio para cerrar el set con un cómodo 6-2.

En el segundo parcial, el compromiso siguió la tónica del final del primer set y el brasileño logró sobreponerse al gran nivel de Tomás. Ganó profundidad en los tiros y mejoró notablemente al sacar, así mantuvo sus dos primeros juegos de servicio. Pero cuando el brasileño buscó cerrar el tercero, Barrios le quebró, dejando el partido 3-2 a su favor. Un juego clave, donde el chileno resistió en varias ocasiones para lograr abrocharlo. Después de eso, Clezar volvió a desaparecer.

Con esta victoria el chileno comienza con el pie derecho su expedición sudamericana. El debut siempre es complicado, pero Barrios estuvo a la altura. Ahora podría venir un desafío mucho mayor si es que gana Federico Coria su partido de mañana. El argentino llega como la gran figura al Biobío, metido entre los 100 mejores y con Andrés Schneiter como entrenador. Prueba de fuego, pero que todavía es incógnita. Por ahora Tomás descansa, su parte del trabajo ya la hizo.