Marcelo Barticciotto explica su rol en el nuevo estadio Monumental y su acercamiento con Blanco y Negro después de diez años. Refuerza el concepto de que nunca se fue de Macul, pese a la política institucional que, en virtud de su oposición hacia Blanco y Negro, lo borró de todos los espacios del club. Como sea, lo concreto es que el campeón de América, uno de los principales ídolos históricos de la institución, vuelve formalmente a ser parte de la entidad que lo acogió a fines de los ochenta. Y para liderar el proyecto más ambicioso de la concesionaria en el último tiempo. Una idea que pretende ser integradora y que en su presentación incluyó también al club social y deportivo Colo Colo, la entidad con la que el histórico 7 del Cacique se siente afín.

"No es que vuelva. Siempre estuve con el club social, participé en reuniones, siempre me tuvieron en cuenta. Acá un tema más impotante que no es mío, del club, ni de ByN, es de los colocolinos. de potenciar al club, que se meta a nivel internacional", dice Barticciotto a La Tercera poco antes de la presentación de su nuevo rol, que no alterará sus obligaciones como comentarista en la radio y en la televisión. Las negociaciones habían comenzado hace un par de semanas.

Usted marcó el primer gol en la historia del actual Monumental ¿eso hace más significativo este rol?

Sí, porque el Monumental va a seguir viviendo, más allá de la modernización que reciba. La cancha va durar toda la vida. El tema es tener un estadio para la nueva época, para el futuro, con estándares de comodidad para la gente. No se puede perder de vista que lo que hagamos es para nuestros hinchas.

¿Cuál es el objetivo de este proyecto?

Lo definimos como un proyecto para los próximos 30 años, por lo que no tiene nada que ver con que estemos nosotros o no. Una persona que pasa por Colo Colo tiene que dejar un legado y hasta ahora Blanco y Negro no lo había hecho. Lo que soñamos, más allá del estadio, es una campaña muy fuerte de socios, para que el equipo juegue lleno con un estadio lleno de socios. Porque si vamos a tener un estadio grande es para que vaya mucha gente.

¿Hay alguna idea de cómo será el nuevo Monumental?

Va a ser un estadio para 60 mil personas, como era antes. Hay que recuperar la mística del estadio y del colocolino. Al Monumental tienen que ir todos. Y los que no puedan estar, deben ser capaces de colaborar de alguna forma, de saber que esto se hace para engrandecer aún más al club.

¿Como se logra este acercamiento suyo con Blanco y Negro después de 10 años de divorcio?

Desde que llegó Harold (Mayne-Nicholls) estuve muy de acuerdo, confío mucho en él. Hay un cariño recíproco, una confianza mutua. Es un tipo que le va a hacer muy bien a Colo Colo. Aníbal (Mosa) me ha llamado y está dispuesto a que el club tenga más injerencia. Él entiende que el club es de la gente, aunque sea él sea el mayor accionista. Entiende la esencia. Porque hasta que no podamos juntar la plata para comprar acciones, dependemos de Blanco y Negro, pero el club es de los colocolinos.

¿Cual es su principal motivación?

Me entusiasma que los socios vuelvan a tener importancia, porque se les van a dar muchos beneficios. El colocolino tiene que comprometerse y confiar. Estamos entrando en otra etapa, quedan 17 años para el término de la concesión y quizás se pueda llegar a un acuerdo para implementar un modelo como el de Alemania, en que el club sea mayoritariamente controlado por sus socios y con capitales privados.

¿No es una contradicción que se relacione de alguna forma con Blanco y Negro después de años de oposición?

No hay esa relación, porque yo voy a estar de parte del club social. Se habló de que me querían pagar un sueldo y yo no voy a cobrar. Lo deseché totalmente. Estoy del lado del club y me parece que hay que sumar, más allá de todo. Confío, porque se comprometieron ante la gente y voy a tratar de estar como representante de los hinchas en este proyecto.

Hace algunos años era inviable siquiera que se sentaran a conversar.

Puede ser, pero he hablado con Mosa, con (Pablo) Morales y con Harold. Yo confío mucho en Harold, porque lo conozco más. Ellos entienden que Colo Colo no puede dejar de convivir con lo social. Por eso acepté.

¿Con el resto de los directores de Blanco y Negro hubo alguna señal de cercanía?

Con el resto de la mesa de ByN no he hablado. Nunca hubo cercanía. Yo siempre fui crítico y lo voy a seguir siendo en los medios en los que seguiré trabajando. Por eso valoro lo de Harold y Mosa, que pudieron haberme mantenido alejado del club y que saben que el modelo no me gusta, pero me llamaron.

¿Se va a reposicionar su imagen en el Monumental?

No se habló de lo mío y no es lo más importante. Yo con estar en el recuerdo de la gente y de sentir el cariño de los hinchas y la confianza y la credibilidad de ellos, porque estoy poniendo mi imagen, estoy bien. Con eso me basta y me sobra. Es lo que más valoro. Es el legado que uno deja. Los jóvenes quizás se van a preguntar quién era éste. Pero hace 17 años que me retiré y el cariño del hincha sigue intacto. Debo responder a eso.