La primera vez nunca se olvida. Y si derrotas en una final al equipo de moda en el fútbol europeo, se hace más inolvidable y trascendente. El Atalanta dio un verdadero batacazo, al coronarse como el campeón de la Europa League, bajando nada menos que al súper Bayer Leverkusen, monarca de la Bundesliga de punta a punta y que llegó a la definición de Dublín con un invicto tan extenso como histórico. Desde todas las perspectivas, lo realizado por el equipo italiano se erige como notable. Fue un contundente 3-0.

Se trató de la primera final continental para La Dea (La Diosa, en español), como se conoce al elenco nerazzurri, que se dio el gusto de sacar de carrera al Liverpool y al Olympique de Marsella, en cuartos y semifinales, respectivamente. La mayoría de las apuestas se inclinaban hacia los alemanes, que desembarcaron al Aviva Stadium de la capital irlandesa con una racha de 51 partidos sin perder en esta campaña (optando a un máximo de 53). El club de las Aspirinas había ganado la antigua Copa UEFA en la temporada 1987-1988.

La final entregó un inicio trabado, rápido e intenso, con dibujos parecidos en los equipos. Casi espejados, buscando los duelos. En esa dirección, el Atalanta salió a presionar y a quitarle el control al Leverkusen. Esa propuesta le trajo réditos a los de Bérgamo porque antes de la media hora se pusieron 2-0 arriba.

El nombre propio del duelo fue Ademola Lookman. Atacante nigeriano, nacido en Inglaterra, es el puntero izquierdo de los bergamascos. En los 12 minutos, abrió el marcador apareciendo precisamente por la banda zurda y conecta un centro atrás de Zappacosta. El argentino Exequiel Palacios no llegó al cruce y terminó siendo espectador de lujo de la anotación. Esa hegemonía que ejerció el club italiano en la parte inicial del partido se consolidó con otro gol de Lookman. En los 26′, apareció el africano para el 2-0, enganchando hacia el centro y sacando un remate que batió la estirada del meta Kovar.

Si bien la estadística indicó que el Atalanta registró una posesión del 43% en el primer tiempo, lo concreto es que esa tenencia fue más agresiva, atosigando al rival y siendo punzante ante cada acercamiento. En la otra área, el cuadro de Xabi Alonso no estaba mostrando nada de lo que ha encandilado al ambiente futbolístico internacional. La esperanza de los farmacéuticos se cimentaba en su increíble poder de remontar partidos en la parte final de los mismos.

Se esperaba alguna reacción del Leverkusen, no solo para reinsertarse en la final, sino que también para poder mostrar el buen fútbol que realizó en casi toda la temporada. La resaca de la Bundesliga tuvo larga duración, porque los germanos nunca encontraron respuestas para hacerle daño a la firme estructura implantada por el experimentado técnico Gian Piero Gasperini, el artífice del sostenido crecimiento del Atalanta, un elenco menor en la Serie A pero que se convirtió en un animador de la liga y constante representante en las copas.

Mientras Xabi Alonso metía cambios, como si fueran manotazos de ahogado, La Dea dio el golpe letal a través de un contragolpe. Cediendo el control del balón al Leverkusen, en una acción tuvo espacio para generar un contraataque y sentenció la final. Otra vez fue Lookman. A 15 minutos del epílogo, el africano (ya sondeado por elencos poderosos de Europa) definió con un gran remate de zurda para el 3-0, luego de una asistencia del espigado Gianluca Scamacca.

El 3-0 de Lookman. FOTO: REUTERS

De manera incipiente, el Atalanta construye la época más linda de su historia. No solo obtuvo por primera vez un título continental, sino que además es el primer club italiano en ganar la Europa League desde la nueva denominación de la competencia que reemplazó a la antigua Copa de la UEFA. Ya clasificado a la próxima Champions, por su posición en la Serie A, como premio extra tendrá la disputa de la Supercopa de Europa ante el campeón de la Liga de Campeones (Real Madrid o Borussia Dortmund).

En la vereda de los subcampeones, llegó el día del fin de un invicto histórico. Se quedó en los 51 partidos sin caer. Se acabó el sueño del triplete. Este sábado tendrá la final de la Copa de Alemania ante el Kaiserslautern, para cerrar la temporada.

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