En Francia deberían estar celebrando todos, pero no. Hay uno que prefiere mantenerse al margen de los festejos por el segundo título mundial de los galos: el volante Hatem Ben Arfa, quien no es considerado por el cuerpo técnico ni los propietarios del Paris Saint Germain, pese a que mantiene contrato con el club.
A través de su columna en France Football, denominada Tribuna Libre, el futbolista critica el estilo de Didier Deschamps, de quien exige la renuncia. "Claro que estoy muy contento por la victoria del equipo de Francia. Francamente. Es un éxito que será bueno para los jugadores, que muestra su compromiso con este proyecto. También lo es para Didier Deschamps y su equipo, que han sido consistentes e inteligentes hasta el final. Obviamente también encantará a los fans del equipo francés, que tienen derecho a recibir su parte de felicidad. Pero me gustaría salir un poco de estos juicios relacionados con la emoción de la victoria porque me preocupan los amantes del fútbol. ¿Están realmente felices? Hacer esta pregunta es probablemente un pequeño comienzo para contestarla", comienza planteando.
Sin embargo, después da paso a su tesis. "Sería peligroso esconderse detrás de la segunda estrella para convertir el fútbol de los 'bleus' en una referencia mundial (...) El estilo y la identidad ultrapobres de los franceses es bastante feo"sería peligroso esconderse detrás de la segunda estrella para hacer del juego de los 'Bleus' una referencia mundial. No vamos a ocultarlo: el estilo francés y al identidad ultrarealista de Francia es muy feo", explica el futbolista para sustentar su posición.
El análisis va más allá. Ben Arfa postula que los jugadores franceses se comportaron como "especuladores que apostaban sobre todo por los errores de los adversarios". Incluso vaticina que Francia podría recibir de la misma medicina en la próxima Eurocopa. También califica como "un desperdicio" la utilización que se les da a futbolistas talentosos como Griezmann, Fekir, Mbappé o Dembelé.
Finalmente, exige la salida de Deschamps. "¡Me quito el sombrero, señor Deschamps! Pero ahora, en su lugar, me iría con este éxito, un poco como Zidane en el Real Madrid", sostiene. E incluso sugiere un perfil para quien lo reemplace. "Su sucesor tendría que aprovechar el potencial técnico para 'liberar' el talento y crear una identidad de juego bonito a la francesa, como la tienen los brasileños. Y para que no disfrutemos solo con los resultados", concluye.