El Liverpool sigue en lo más alto de la Premier League. Aprovechando la estrepitosa caída del Manchester City ante el Tottenham Hotspurs, el conjunto de Merseyside estiró su ventaja con los Ciudadanos, y ratificó su estatus de líder al vencer por 3-2 a un Southampton que no contó con Ben Brereton, alejado de la consideración del DT Russell Martin. El chileno sigue pasándola mal.
Trabajada victoria
El enfrentamiento entre Liverpool y Southampton ponía sobre la mesa dos realidades diametralmente distintas. Por un lado, la escuadra adiestrada por Arne Slot llegaba al estadio St. Mary’s como líder absoluto de la Premier League con 28 puntos. En la otra vereda, en tanto, el equipo del ausente Ben Brereton aparecía como colista con apenas cuatro unidades.
Sin embargo, aquella abismal diferencia en la tabla de posiciones no se notaría en el marcador general. Y es que a los Reds les costó. En el 4′, por ejemplo, Mateus Fernandes inquietó en un leve acercamiento con un remate de distancia. El portugués ya avisaba algo que capitalizaría más adelante.
La visita respondió automáticamente con una serie de llegadas de peligro. Tanto a los 5′ como en los 20′, Mohamed Salah tuvo la posibilidad de establecer la apertura de la cuenta, pero encontró las manos del arquero Alex McCarthy. Asimismo, Cody Gakpo también lo intentó a los 26′ y volvió a contener el golero.
El asedio de los Reds terminaría teniendo efecto. Tres minutos después de la aproximación del neerlandés, Dominik Szoboszlai aprovechó un fallo garrafal en el fondo y la clavó contra el palo. Si hay un ejemplo que expliqué por qué el Southampton está en la última casilla, el error infantil en la zaga de los Santos fue una prueba más que suficiente.
A esa altura, a raíz del dominio plasmado en ese lapso de minutos, el triunfo del Liverpool parecía seguro, no obstante, el elenco local pegó de vuelta. Cuando Tyler Dibling se preparaba para meterse en el área en busca del tanto, Andrew Robertson lo derribó y el árbitro señaló un polémico penal. ¿Fue adentro o afuera? Como sea, el juez ratificó su decisión tras revisarlo en el VAR. Allí, Adam Armstrong falló la pena máxima, pero hizo efectivo el rebote.
Con una igualdad inesperada, las sorpresas seguirían llegando en la noche de Southampton. A los 55′, y tras una jugada brillante en la que Armstrong acumuló hombres y despejó las marcas, Mateus Fernandes colocó el 2-1 y la ventaja para los suyos.
El 2-1 a favor del colista caló hondo en el orgullo de los de Anfield Road, por ello, Salah volvió a tomar la batuta e inclinó la cancha con la misión de empatar el cotejo. Su premio llegaría a los 64′: en una salida en falso del arquero McCarthy, el egipcio solo tuvo que desviarla para el grito de gol. Otro error insólito perjudicaba las aspiraciones del Soton.
Por último, el delantero africano sería el responsable de conseguir la ventaja y los tres puntos definitivos. Cuando los locales aguantaban con todo en el fondo, el japonés Sugawara, recientemente ingresado, tocó la pelota con la mano y tiró por la borda todo el esfuerzo defensivo. Salah no falló desde los 12 pasos y se inscribió con un nuevo doblete, su décimo tanto en la presente Premier League.
De esta manera, el Southampton se hundió aún más en el abismo y, de pasada, el relegado Ben Brereton es testigo secundario de la debacle al ni siquiera entrar en la consideración. El Liverpool, por su parte, llegó a los 31 puntos y en la siguiente jornada se medirá con el Manchester City con un solo objetivo: estirar la ventaja y profundizar el mal momento que viven los de Guardiola.