Bendición o problema: los pros y contras de la continuidad de Paredes para Colo Colo
Ante la U, el goleador batió el récord de Chamaco Valdés, pero aún le quedan marcas por cumplir. Para alcanzarlas, requiere jugar, al menos, un año más.
"Creo que lo más importante es que Esteban batió el récord". La frase es del técnico de Colo Colo, Mario Salas. La expresión del Comandante mezcla satisfacción por el registro personal de Paredes y alivio por el fin de la presión que pesaba sobre el técnico de facilitarle de todas las formas posibles la consecución de la marca que lo convierte en el máximo goleador en torneos de Primera División. Los 216 goles que alcanzó frente a Universidad de Chile, con los que superó por uno el récord que compartía con Francisco Valdés, no solo le perpetúan en la historia del Cacique y del fútbol chileno. También suponen el fin de una obligación no reconocida para el Comandante: ocupar al goleador hasta que la batiera, más allá de sus convicciones futbolísticas. Sin embargo, dos nuevas marcas le abren el apetito a Paredes. Y le generan un problema al entrenador y al club de Macul.
La idea de Salas requiere un perfil distinto de delantero, mucho más dinámico que el que ofrece el goleador de 39 años. Paredes, quien en agosto cumplirá las cuatro décadas, más allá de su indiscutible jerarquía, ya no lo es. Y, visto así, se vuelve un problema. Para el técnico y para el club.
En noviembre del año pasado, en el marco del lanzamiento de Goleador del Siglo, su biografía, escrita por el periodista Luis Marambio, el Tanque le había puesto fecha a su retiro. "Lo conversé con mi familia, con mi señora, con mis hijos, y ya creo que es el momento de colgar los botines, como se dice, y terminar de la mejor manera", declaraba. "La decisión está tomada", añadía. "Ninguna opción podría cambiar esa decisión que tomamos junto a mi familia", para no dejar margen a las dudas.
En julio, el discurso cambiaba y ya daba paso a la extensión de su trayectoria. En agosto, incluía una amenaza. "Si no es aquí, será en otro lugar", advertía. En septiembre, la postura era que el asunto se iba a analizar a fines de temporada. Y después de la victoria frente a la U, el plazo ya era definitivamente distinto. "¡Ahora a disfrutar y luchar por lo que resta del campeonato y de mi carrera! ¿O un añito más?", oficializaba la disyuntiva, a través de su cuenta en Instagram, en un posteo titulado Meta Cumplida. Esta tarde, en el homenaje que le rindió la ANFP, volvió a mostrar su intención de seguir. "Mi carrera no terminó acá, sigue. Me levanto con las mismas ganas, Vamos a seguir haciendo goles", estableció. "Estoy enfocado en entrenar, jugar, ayudar a mis compañeros a sacar los objetivos adelante. A fin de año decidiré, pero mi idea es seguir ligado a Colo Colo", amplió.
La línea se mueve, tambalea. Todas las señales indican que se desplazará. El problema lo tendrá el Comandante. ¿Qué hará con un delantero que, en rigor, no cuadra con su propuesta basal, que requiere jugadores mucho más dinámicos que Paredes? ¿Lo volverá a utilizar? ¿Lo hará por obligación? Hoy, uno de los argumentos que sostienen al nacido en Santiago Morning es que ni Andrés Vilchesni Javier Parraguez han sido capaces de relevarlo adecuadamente. El otro, su calidad.
En Blanco y Negro asumen que se trata de un caso que no pueden tratar con parámetros estándar. Paredes se transformó en uno de los ídolos históricos. Se lo ganó a punta de goles. "Lo que queremos es que siga ligado al club, para eso tiene las puertas abiertas. Ahora, si él se siente en condiciones de seguir jugando, también tiene las puertas abiertas. No ha habido una conversación para que siga un año más. Esa conversación la tiene que tener con Mario (Salas) y Marcelo Espina", decía, en julio, Aníbal Mosa, presidente de la concesionaria. Después de la victoria sobre los azules, volvió a abrir una puerta. "Se formó una unidad y confianza incondicional. Es un tremendo ser humano colocolino. Es el alma de los colocolinos (…) Ojalá siga toda la vida jugando por Colo Colo. Cien años más", le dijo a El Mercurio, en medio de la euforia.
En el tema estrictamente deportivo nadie quiere involucrarse. "Esos temas los ve Marcelo Espina", responden desde el directorio albo. Espina, en tanto, pide dejar tranquilo al goleador. "Es una decisión de vida. El futbolista empieza a vivir en el momento en que no es futbolista, porque antes está en una burbuja. Nadie lo que siente, hay que dejarlo que lo transite, lo elija y decida. Ni siquiera los más cercanos lo saben. Esteban va a estar con nosotros el próximo año. En uno u otro cargo", sentenció.
Diciembre es el mes clave
Diciembre es el mes clave para tomar la decisión. En rigor, siempre fue el final establecido para la historia. Ahora, en cambio, asoma como el plazo para la conversación que definirá el escenario y el nuevo rol que tendrá un Paredes que siempre fue protagonista. "A Esteban no le han dicho nada. Si él quiere seguir un año más, seguramente no habrá problemas. Lo han dejado tranquilo. Está vigente, lo ha demostrado. Se siente bien. A fin de año se van a reunir", explican desde el entorno del goleador.
Por el momento, la intención es que Paredes no se desenfoque del objetivo grupal que tiene con el Cacique: clasificar directamente a la Copa Libertadores, considerando que los 14 puntos de ventaja que le lleva Universidad Católica, con 21 unidades en disputa, tornan virtualmente quimérica la opción de aspirar al título.
En esa definición serán fundamentales, también, las apreciaciones que entregue Salas quien, en definitiva, deberá establecer qué tan necesario o prioritario es Paredes para sus planes. La relación entre ambos, más allá de algunas señales de buena crianza, tampoco es tan cercana. La salida de Agustín Orión molestó a los referentes, entre ellos el ariete. Si bien la victoria ante los azules y la consecución de la marca suponen un calmante, lo concreto es que la herida aún no cicatriza.
Números y marcas
Si la discusión se remite exclusivamente a parámetros futbolísticos, prescindiendo de la emocionalidad que implica el gol ante la U y el récord conquistado, lo concreto es que la influencia de Paredes ha ido en retroceso en esta campaña. Ha jugado 15 de los 23 partidos de los albos en el Campeonato Nacional y ha convertido seis goles de los 35 que acumula el equipo de Macul que, con el Tanque en la cancha, suma cinco triunfos, cuatro empates y seis derrotas. Sin el delantero nacido en Cerro Navia, tienen seis victorias y dos empates. Es decir, su rendimiento es mejor.
Pero a Paredes aún le queda un desafío por cumplir: alcanzar a Carlos Caszely como el máximo goleador histórico de Colo Colo. Le faltan 14 para llegar a los 208 que tiene Carlos Caszely, quien lució la marca como dorsal de la camiseta que utilizó el sábado en el Monumental, en el preliminar del Superclásico. Y uno más: romper el registro de Carlos Campos como el máximo goleador en los enfrentamientos entre el Cacique y la U. Está a uno de los 16 que tiene el Tanque azul. Para los dos casos, Paredes necesitará prolongar su recorrido. E, indefectiblemente, requiere el respaldo de Salas, si es que el Comandante está convencido de que lidere su tropa.
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