Los bochornosos incidentes que ocurrieron la tarde del domingo en el Estadio Monumental vuelven a poner en el tapete la seguridad del recinto. Milagrosamente no hubo heridos que lamentar durante el Superclásico, pero todo lo ocurrido fue consignado por el juez Cristian Garay en el informe que le entregó a la ANFP, de modo que Colo Colo se expone a durísimas sanciones, que podrían alcanzar hasta los 15 partidos sin público.
La situación no es nueva en Macul, ya que en los últimos tres años ha habido numerosos incidentes que han perjudicado tremendamente a los albos desde el punto de vista deportivo y económico. Uno de los más recordados fue el ocurrido en febrero de 2020, cuando una bengala surgida desde la parcialidad local impactó al delantero del Cacique, Nicolás Blandi, lo que obligó a terminar anticipadamente el duelo ante Universidad Católica. Por ese episodio, el club fue sancionado con tres fechas a puertas cerradas, el que luego, y en plena pandemia, quedó reducido a dos.
En aquella oportunidad, Blanco y Negro publicó un comunicado de tono muy similar al que se conoció durante el lunes y presentó querella contra una serie de individuos. No obstante, los problemas de seguridad estuvieron muy lejos de ser solucionados. Por el contrario, la experiencia estadio cada vez se tornó más compleja. De paso, el incidente terminó marcando la estadía de Blandi, quien nunca pudo ratificar el cartel con el que llegó a los albos.
El año pasado los hinchas del cuadro popular protagonizaron diversos incidentes. El primero fue en marzo, cuando en el lance ante Audax Italiano un grupo lanzó objetos contundentes al campo de juego, lo que desencadenó en un castigo de un encuentro sin público, justo cuando los albos estaban cumpliendo una pena de cuatro fechas sin sus fanáticos en los encuentros como visita tras los graves destrozos que habían protagonizado en la última fecha del torneo anterior, en el estadio Calvo y Bascuñán de Antofagasta.
Pocas semanas después, frente a River Plate, Colo Colo volvió a sufrir por culpa de un grupo importante de inadaptados, que invadió sin entrada diversos sectores del recinto y que lanzó bengalas y proyectiles e interrumpió el partido. El episodio no le salió barato a la institución, ya que fueron castigados por partida doble, ya que la Conmebol fijó una multa de 90.500 dólares y el siguiente partido como local sin hinchas.
Las consecuencias de enfrentar el último compromiso de la fase de grupos de la Copa Libertadores sin sus simpatizantes tuvo nefastas consecuencias para el equipo de Gustavo Quinteros. El Monumental no fue esa caldera que suele intimidar a los rivales y Fortaleza se llevó un cómodo triunfo por 4-3 y la clasificación a la siguiente fase. “Hay cinco, 10, 15 personas que están perjudicando al equipo, tirando monedas, están arriba de los techos. Sin los 30 mil, 40 mil personas, es como estar con un jugador menos en la cancha. Hay que pararlos, hace mucho tiempo que nos están perjudicando”, lamentó un molesto entrenador colocolino.
“Trabajaremos duramente en la protección de los verdaderos hinchas y en la salida de aquellos que no comparten los valores institucionales y que, al contrario, perjudican al equipo con sus actitudes”, anunció, por su parte, la concesionaria. Sin embargo, y a la luz de los hechos, ese esfuerzo sigue siendo insuficiente.
De hecho, luego de aquella suspensión, fue contratado el general en retiro de Carabineros, Rodrigo Herrera, como gerente de operaciones de la institución alba, con el objetivo de mejorar una serie de aspectos, entre ellos la experiencia estadio. Tampoco es primera vez que un uniformado asume este cargo en Colo Colo, ya que entre 2018 y 2020 estuvo el exgeneral inspector de Carabineros, Leonidas Venegas, quien llegó en el periodo de Gabriel Ruiz Tagle, y en cuya gestión enfrentó una serie de complicaciones. Posteriormente, terminó siendo despedido por el directorio que encabezaba Aníbal Mosa.
No solo el factor deportivo prima al jugar con las tribunas vacías, sino que el económico, en el que cada partido de suspensión en casa le significa a los albos dejar de recibir $ 300 millones en conceptos de recaudación, un ítem que deja en serio riesgo las proyecciones financieras del club, en el caso de una sanción muy alta. De hecho, en Macul asumen que la mano puede venir pesada y que nuevamente tendrán que enfrentar pérdidas económicas.
De todos modos, Blanco y Negro anunció una investigación de las imágenes de sus 32 cámaras de seguridad para identificar a los sujetos que participaron en los incidentes del domingo y solicitaron una reunión con el fiscal regional de la zona sur, Héctor Barros, para proporcionar los antecedentes correspondientes de cara a las acciones que defina la autoridad.
En tanto, el Tribunal de Disciplina está a la espera de reunirse para determinar los castigos. Eso sí, el lapidario informe de Garay ya adelanta un complejo escenario para Colo Colo.