Eduardo Berizzo respira. El técnico es mesurado en el análisis del partido frente a Paraguay, pero no deja de valorar la importancia que tiene la victoria. En su caso, es clara: el triunfo sobre los guaraníes disipa las dudas respecto de su continuidad, que en la antesala había sido supeditada a una victoria o, cuando menos, una presentación sólida ante el equipo de Guillermo Barros Schelotto.

Quiero llevar a Chile a un nuevo Mundial. Jugar como jugamos hoy. Devolverle a un país que me ha dado trabajo y que adoro. Nunca dudo. El premio es ganar partidos como los ganamos hoy”, termina diciendo el Toto en la conferencia posterior al encuentro.

El análisis

Antes, había sido más específico en la revisión. “La lectura del partido tiene que ver con el primer tiempo la circulación no fue ajustada, fluida, rápida, era previsible. Demasiado lenta. En el entretiempo comprendimos que el juego había que llevarlo 20 metros más adelante”, sentenció.

Fue en ese plano que elogió el rendimiento de Alexis Sánchez. “El ingreso de Alexis colaboró con eso. Lo mismo Aravena. Terminamos quedándonos con el partido porque creímos en atacar. Jugamos un segundo tiempo en que interpretamos y corregimos. Neutralizamos al rival. El partido se decanta en favor nuestro por ese ánimo que tuvimos durante 50 minutos”, resumió.

Eduardo Berizzo, en el duelo entre Chile y Paraguay (Foto: Agenciauno)

“Cada jugador es valioso cuando está involucrado, comprometido, se siente parte. Hoy el partido no nos dejaba ingresar con Alexis. Su ingreso cambia el partido, porque lo trastorna. Es un jugador de clase mundial. También lo de Aravena. Y también lo de Soto, Maripán, Valdés, que son el núcleo. Entre todos podemos construir un equipo que juegue al ataque, que sea protagonista, corrigiendo, sí el uso de la pelota. Contento por haber cambiado y corregido lo que estábamos haciendo mal. El partido nos premia por esa convicción”, amplió respecto de la base con la que pretende cimentar su proceso.

El ex técnico de O’Higgins apuntó que las mejorar las había detectado un poco antes, pero que sigue faltando regularidad. “Evidenciamos esta manera de jugar en Polonia y Eslovaquia. Hoy, la idea era jugar todo el partido como en el segundo tiempo”, dijo. Y culpó, en alguna medida, al estado del campo del Monumental. “No sé si el campo estaba en muy buenas condiciones. Nos hizo demorar la traslación de la pelota. En la segunda etapa lo cambió todo, encontramos profundidad. Encontramos por la banda y por el centro, los nombres propios se acoplaron bien. Esto es rendimiento. Ojalá todo el mundo repita buenas actuaciones en sus clubes que los traigan de vuelta”, analizó.

También ahondó en las falencias. “En la primera parte nos costó encontrar a Arturo y a Marcelino. Cuando en el segundo tiempo adelantamos 20 metros, la pelota ya no salía de los centrales. Arturo a lo mejor cometió algún error de pase por llevar la pelota a la derecha, que se transformó en una autopista para nosotros, pero es un futbolista de mucho peso. El equipo se comportó en la segunda parte con una capacidad colectiva de ataque muy agresiva y doblegamos a un rival que nos dio vuelta un partido que controlábamos sin profundidad”, sintetizó.

Finalmente, dio cuenta de la lesión de Ben Brereton. “Ben sintió una molestia en el isquiotibial. Creen que ha sido una contractura”, explicó antes de dejar el último encargo. “Si queremos ser un equipo intenso, todo el mundo tiene que meterse en la onda. Todo el mundo ha comprendido en estos días que el nivel internacional requiere otro ritmo”, enfatizó.

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