Betis encontró un desahogo en LaLiga. El equipo sevillano logró vencer por 2-1 a Celta de Vigo y logró matar una racha de cuatro derrotas consecutivas para ponerse, al menos momentáneamente, en el séptimo puesto. Última posición para conseguir llegar a copas europeas.
Porque Manuel Pellegrini movió las piezas, dejó a Nabil Fekir en el banco (uno de los más cuestionados en esta crisis) y se apoderó de la pelota en el inicio. Sin embargo, el equipo sevillano carecía de la profundidad para inquietar a una escuadra que está cerca de los puestos de descenso.
Sin embargo, fue el cuadro gallego el que se encontró con las ocasiones más claras. A los 13 minutos, una jugada combinada terminó con el remate directo del marfileño Jonathan Bamba que Rui Silva sacó al saque lateral.
Y es que el cuadro del Ingeniero tomaba la iniciativa, pero el juego directo del elenco vigués, especialmente por las bandas, ponía de cabeza al equipo andaluz, que ha sentido los cuestionamientos de las cuatro derrotas consecutivas en LaLiga.
En medio de esa incertidumbre, el cuadro de Galicia aprovechaba para acercarse al arco del meta portugués, mientras el chileno Claudio Bravo presenciaba todo desde el banco de suplentes.
A los 24 minutos, Celta volvió a avisar. Esta vez fue Óscar Mingueza quien apareció por la derecha y centro perfecto para la cabeza del atacante noruego Jörgen Strand Larsen, quien no dio con el arco.
Al otro lado, Willian José se lo perdía solo en el punto penal, cuando su cabezazo se iba ancho. Minutos más tarde, fue el zaguero central Germán Pezzella quien se elevó más que nadie en un córner, pero tampoco pudo dar con la portería.
Terminaba la primera fracción con una nueva aproximación de los visitantes, mientras el local se iba al descanso entre silbidos, lo que encendía la preocupación del entrenador chileno.
Desahogo final
Entonces el chileno tuvo que mover las piezas. Los ingresos de Fekir y del congoleño Cédric Bakambu intentaron darle mayor volumen ofensivo al elenco bético, situación que se comenzó a notar desde el inicio del tiempo complementario.
A los 48 minutos, un remate de Pablo Fornals fue el primer aviso de ese cambio de actitud. En la jugada siguiente, la pelota se paseó por el área de Celta, pero ninguna camiseta verdiblanca pudo dar con el remate preciso.
Hasta que salió el tanto del Betis. A los 53 minutos, una jugada combinada entre Fornals y Héctor Bellerín terminó en un centro para Miranda, quien definió desde el punto penal para el 1-0.
El equipo gallego intentó una reacción, pero el cuadro sevillano administró bien la ventaja con la pelota. A los 66 minutos, problemas musculares de Rui Silva obligaron a Bravo a ponerse los botines, pero fue falsa alarma.
A los 79 minutos, estuvo muy cerca de aumentar las cifras, pero la gran jugada entre Isco y Fekir no pudo terminar en una buena habilitación para la conquista de Bakambu, quien llegó un poco tarde a la cita.
A siete del final llegó el desahogo de Fekir. El campeón del mundo con Francia aprovechó un excelente pase de Isco, enganchó hacia adentro y remató con clase. Y aunque el línea levantó la bandera, el VAR confirmó el 2-0 del galo.
El tanto de Strand Larsen en los descuentos puso cierta dosis de incertidumbre, pero los béticos lograron llevarse los tres puntos en el momento más complicado del Ingeniero en la banca.