Arturo Vidal ya tuvo su reestreno en Colo Colo. No obstante, aún le faltaba disputar nuevamente un partido oficial con la camiseta alba. Al frente se esperaba un duro rival como Huachipato, el actual monarca del fútbol chileno. Sin embargo, el volante no decepcionó y fue una de las grandes figuras en la cómoda victoria parcial del Cacique en la final de la Supercopa, por 2-0, en un duelo que debió ser suspendido por la violencia de la fanaticada alba.
El duelo contaba con un atractivo principal: la presencia del Rey, en algo que se volverá la tónica en todos los cotejos que dispute el volante. Y como era de esperar, el oriundo de San Joaquín cumplió con las altas expectativas que hay en torno a su figura.
Vidal mostró su jerarquía desde el inicio y se adueñó del mediocampo. Manejó los tiempos y el trámite del partido en los 80 minutos que duró el encuentro realizado en el campo del Estadio Nacional. De hecho, no tardó en demostrar su categoría, pues fue clave en la apertura de la cuenta.
Primero recuperó Leonardo Gil. El Colorado se la pasó Con un gran pase de Arturo Vidal: revisa el gol con que Colo Colo abrió la cuenta en la Supercopa ante Huachipato, quien tocó atrás con Esteban Pavez y el capitán centro de manera justa para la aparición de Carlos Palacios. La Joya arremetió en el área y superó a Martín Parra con un certero cabezazo. En diez minutos lo ganaba Colo Colo.
Once minutos después vendría el reestreno del volante, pero en las redes. Felipe Loyola cometió un penal y, mientras se revisaba la acción, Vidal tomó rápidamente el balón. Era el designado. Y claro, quién más. Con un potente remate centrado batió al meta Martín Parra. Así, desde la pena máxima, marcó su sexta anotación con el Cacique y la primera desde que regresó al balompié criollo. Por otro lado, volvió a anotar tras cinco meses. El último tanto había sido ante Uruguay, en la derrota de la Roja en Eliminatorias, por 3-1.
Gran desempeño y suspensión
Eso sí, el partido fue empañado por serios incidentes provocados por la parcialidad del Cacique. Cuando finalizó el primer tiempo comenzaron los desmanes en las tribunas. Una serie de episodios de violencia provocaron que el duelo fuera suspendido momentáneamente. Incluso, los jugadores albos, comandados por Arturo Vidal, se dirigieron a su hinchada que no continuara. Finalmente, se dio inicio al complemento.
El Rey se vio bien físicamente. Mucho mejor que en su redebut con la camiseta de Colo Colo, ni hablar desde lo técnico. Las semanas de entrenamiento en el plantel dirigido por Jorge Almirón dieron sus frutos y la recuperación pareciera ser total. Fue el mejor del equipo, apareciendo en todos los sectores del campo. El claro ejemplo de esto fueron los minutos disputados, en contraste con los 60 jugados ante Everton.
A falta de diez minutos el duelo se paralizó de nuevo debido a la posición de los hinchas albos, que quedaron ubicados en la pista atlética, una zona que inicialmente estaba destinada para los reporteros gráficos. Esto fue así desde que se reanudó, sin embargo, poco a poco comenzaron acercarse a la cancha.
Vidal, fiel a su estilo, asumió un rol que no le correspondía. Fue el mediador entre el espectáculo y la barra, hablando cara a cara con los fanáticos, quienes le dieron la mano e incluso aprovechaban de tomarse selfies desde la reja que los separaba. Después, intentó dialogar con el árbitro para que no se suspendiera el cotejo, aunque no logró su cometido. Finalmente, el duelo fue paralizado oficialmente, empañando el retorno oficial del Rey y la final de la Supercopa.