Nació en Amposta (Tarragona) hace 61 años, pero arribó a Chile en 2013 con la difícil misión de desarrollar y llevar a la excelencia el deporte que más ama. Hoy, un lustro después y tras guiar al remo del Team Chile hacia una actuación histórica (con un saldo final de ocho medallas de oro y seis de plata), accede a charlar distendidamente a orillas del escenario de la gesta. Con su inseparable cronómetro colgado del cuello, sus lentes oscuras y su mirada nublada y temblorosa por la emoción, mira al horizonte, toma aire y se queda un momento en silencio. Después asiente con la cabeza.

¿Cómo llega a Chile?

En 2009 empezaron a preguntarme y dije que hasta después de 2012 no. Insistieron en 2012 y lo tomé como un reto personal. Ver si era capaz de hacer algo importante en un país donde había gente, buen remo, pero faltaban recursos.

¿Su currículum previo, de su trabajo en España?

12 medallas de oro en campeonatos del mundo, un par de botes en finales olímpicas. Algunos pinitos.

¿Son estos los frutos verdaderos o quedan por recoger?

Todavía queda, porque hay juventud y sigue la ilusión intacta. No sé si voy a ser capaz de seguir este ritmo que he provocado. Porque eso quiere decir más compromiso mío acá y me da miedo, por el tema personal. Porque cuando las cosas van, uno mismo exige y es una cadena, un pez que se muerde la cola. Pero los chicos van a lograr cosas más importantes que esto.

¿Qué hace la federación de remo que no hacen otras?

Apoyar mucho los proyectos nuestros. El presidente es muy comprometido a desarrollar al remo. Nada más que eso.

Usted hizo hincapié en que era necesaria inversión...

Claro, el COCh, el IND, el Plan Olímpico han apoyado estos proyectos. El ocho, el cuatro, muchos botes que han llegado hace poco... No disponíamos de ellos, ni nos podíamos entrenar. Y en estos diez días hemos hecho muchas cosas. Esto no es una cuestión sólo de motivación o ilusión.

¿Otras federaciones van a tratar de replicar modelo?

No lo sé. Cada federación tiene su forma de trabajar, pero todos tenemos que aprender de todos. Si nuestro trabajo puede ayudar a desarrollar el deporte en Chile, encantado de la vida.

Casi la tercera parte de los oros totales de Santiago ya los ha logrado el remo acá.

No sería bueno ser una cosa exclusiva. En el deporte chileno tienen que crecer todos. Si aportamos un porcentaje de medallas y eso es ilusión y retos para otras federaciones, encantado. Si necesitan saber algo, aquí estamos.

Batieron también a una potencia sudamericana del remo como Argentina. Y a usted no le sorprende.

Porque manejas tiempos diariamente, situaciones, ambientes de los propios deportistas. Y eso te da confianza a la hora de decir: esto puede pasar. Y si ves cómo han competido los botes, o ganábamos o apretábamos mucho.

¿Usted es el artífice de esto o la materia prima?

Yo no puedo llevar solo a 14 botes. Tengo buenos colaboradores. Y es muy difícil que llegue uno a un lugar y que te acepten. Yo he recibido entrenadores de fuera cuando estaba en España, y he sido de los que me costaba recibir a otros entrenadores. Pero ellos lo han hecho. Lo han aceptado, se han comprometido y han ayudado muchísimo a esto.

Suena modesto.

No. Tengo mi ego personal y no hablo con falta modestia. Creo lo que digo y así es. Yo soy un tanto por ciento de todo lo que hemos creado, pero no hago milagros.

¿Para qué están las hermanas Abraham a futuro?

Yo creo que las chicas pueden estar en una final olímpica en 2024.

¿Por qué no en 2020?

Porque son procesos. En el remo, o eres un talento, y ellas no son un talento, un talento fisiológico, de biotipo, o es todo trabajo. Y eso requiere un tiempo que nadie lo puede acortar. Esto no es ir a un supermercado o a una farmacia y comprar dos kilos de fuerza, dos kilos de músculo. Esto se tiene que trabajar y generar. Estas chicas están dando resultados a corta edad, pero 2020 queda un poquito corto aún, recién tendrán 22 años. Y en este deporte las medallas están en los 28 y los 30 años.

Lo que quedó inaugurada es la nueva generación del remo chileno, ¿no?

Exactamente. Es muy importante que diez varones hayan conseguido oro porque si no parece ser que todo el remo este basado en las dos Abraham. Ellas serán las deportistas más destacadas del país, porque han sacado cuatro oros, pero los otros cuatro los sacan también los varones. Y eso es muy importante. Porque aunque ganes cinco pruebas de damas, si no ganas tres de varones, no quedas primero en el medallero. Y ganar el cuatro sin timonel (peso libre), ganar el doble ligero y ganar el cuatro sin ligero, que son modalidades olímpicas, es muy bueno.

¿Será el head coach de Chile en los Juegos 2020?

¿Y en 2024?

No creo. En el alto rendimiento, si uno se entrega durante dos ciclos, termina cansando y te cansan. Así lo he hecho siempre. He estado en los lugares ocho años y no más, porque sé lo que conlleva. Con las medallas llegan más exigencias, con las exigencias más horas de entrenamiento, más tensión y más de todo.

Mientras los deportistas festejaban las medallas, usted estaba trabajando en desmontar los botes. ¿Es lo que trata de inculcarles?

No, empecé a hacerlo yo porque los protagonistas son ellos.