Bikila y otros momentos increíbles en la historia del deporte
El caso del hombre que ganó descalzo la maratón de los Juegos Olímpicos de Roma lidera la lista de hazañas e hitos que sorprendieron al mundo desde diferentes disciplinas.
La historia del deporte mundial está repleta de momentos increíbles. Hechos que parecían imposibles hasta que ocurrieron. Protagonistas que hicieron de su nombre una leyenda gracias a sus heroicas actuaciones en eventos de primera categoría. Un diez de septiembre, por ejemplo, un atleta fue capaz de correr y ganar un maratón descalzo. Fue el etíope Abebe Bikila hace 60 años, en los Juegos Olímpicos de Roma. Una buena ocasión para repasar algunos de los casos más destacados, una lista de hitos sorprendentes que ocurrieron desde diversidad de disciplinas
Bikila, la leyenda que conquistó el oro descalzo
Abebe Bikila sorprendió al mundo en los Juegos Olímpicos de Roma 1960, luego de ganar descalzo la maratón. Una ampolla afectó uno de los pies del etíope, por lo que este decidió competir sin zapatillas, debido a las molestias que estas le causaban al rozarle en la zona afectada. A pies descubiertos, terminó la carrera en 2 horas, 15 minutos y 16 segundos, consiguiendo, además, una marca mundial en ese entonces. Repitió la presea dorada cuatro años después, en Tokio.
Su última participación en una cita de los anillos fue en México 1968, aunque Bikila no pudo finalizar la carrera al verse afectado por la altitud. Falleció a los 41 años de edad, por una hemorragia cerebral sufrió a consecuencia de un accidente automovilístico que, en 1969, lo dejó parapléjico.
El salto con un pie menos de Kerri Strug
Los JJ. OO. de Atlanta de 1996 serán difíciles de olvidar para Kerri Strug. La gimnasta artística norteamericana, junto a otras seis de sus compañeras, consiguió la medalla dorada con hazaña incluida. El primer lugar para Estados Unidos estaba en sus manos. No obstante, todo se le complicó cuando, en un salto previo al final, se torció el tobillo. “No siento la pierna”, le dijo a su entrenador, quien le respondió: “Tienes que hacerlo otra vez. Olvídate del dolor”. Strug, finalmente, completó la pirueta de gran forma, recibió la ovación de los presentes y se tendió sobre la colchoneta en la que cayó, exhibiendo gestos de dolor.
Akhwari, el maratonista que no se rindió
La altitud de México complicó a John Stephen Akhwari en la maratón de los Juegos Olímpicos de 1968. El tanzano sufrió calambres durante la carrera y, en el kilómetro 19, tuvo un accidente. Se tropezó, se luxó la rodilla derecha y golpeó su hombro contra el suelo. Pese a los dolores y a que los médicos le dijeron que abandonara, Akhwari decidió terminar.
Vendado en la zona afectada y a mucha menor velocidad en comparación a la que mostró antes del incidente, llegó último entre los 57 corredores que cruzaron la meta. Otros 18 se retiraron. El oro fue para el etíope Mamo Wade, quien hizo el recorrido en 2 horas, 20 minutos y 26 segundos. El nacido en Mbulu, en tanto, lo realizó en más de una hora después. Se llevo todos los aplausos del público. “Mi país no me envió a 5000 millas para comenzar la carrera, me enviaron a 5000 millas para terminarla”, declaró tras lo ocurrido.
Liverpool y el milagro de Estambul
Una de las finales más recordadas en la historia del fútbol. El Liverpool y el Milan se enfrentaron para definir al campeon de la Champions League 2004/2005. Con los goles de Paolo Maldini (1′) y Hernán Crespo (39′ y 44′), los italianos finalizaron el primer tiempo con una ventaja de 3 a 0 y parecía que la victoria estaba sellada. Sin embargo, la escuadra que en ese entonces dirigía Rafael Benítez logró igualar el marcador en apenas seis minutos gracias a los tantos de Steven Gerrard (54′), Vladimír Smicer (56′) y Xabi Alonso (60′). El encuentro se fue a la tanda de penales, en la que los ingleses se impusieron por 2-3. Una remontada épica para los Reds.
El coraje de Shun Fujimoto
Una mal cálculo de Shun Fujimoto en su salto final de ejercicio de piso lo dejó con una fráctura en la rótula de la rodilla derecha. La orden inmedia fue que el atléta debía retirare. Sin embargo, el japonés se negó a hacerlo, con el fin de evitar que su equipo quedara fuera de la lucha por el oro.
A punta de coraje, realizó las dos pruebas que le restaban de manera perfecta, aterrizando en ambas con los pies juntos. Terminó con mucho dolor, pero cumplió su objetivo: él y sus compañeros se retiraron con preseas dorada en el cuello.
La hazaña de Yamashita
En la cita de los anillos que se realizó en Los Ángeles, en 1984, Yasuhiro Yamashita obtuvo el oro en judo, luego de vencer en la final al egipcio Mohamed Ali Rashwan. Pero no fue fácil para el japonés imponerse en la final. En su segunda pelea en la competición, se lesionó uno de los músculos de la pantorrilla derecha. Los combates restantes fueron más complejos para el luchador, sin embargo, apostó por no retirarse y, pese mostrarse prácticamente cojo durante toda la final, logró la hazaña de quedarse con el primer lugar.
Comaneci, la niña que sorprendió a la gimnasia
Nunca nadie había logrado una calificación perfecta en la historia de la gimnasia femenina en los Juegos Olímpicos. Hasta que, en la cita de los anillos que se desarrolló en Montreal en 1976, apareció una pequeña de 14 años llamada Nadia Comaneci.
La rumana nacionalizada estadounidense sorprendió a todos los presentes con sus notables giros en las barras, con una fuerza impresionante, a pesar de su corta edad. Finalizó su rutina y el tablero mostró un puntaje de 1.00. El público quedó impactado por su baja nota. Sin embargo, los jueces confirmaron que se trataba de un 10 y a Comaneci le llovieron los aplausos.
El batacazo de Grecia
Una victoria impensada y contra todo pronóstico. En 2016 y con Cristiano Ronaldo a la cabeza, Portugal saltó al Estadio da Luz de Lisboa con el objetivo de conquistar su primera Eurocopa. En frente estaba la modesta selección de Grecia, que se instaló de manera sorprendente en la definición del certamen.
Luego de un parejo primer tiempo entre ambas escuadras, los griegos consiguieron la ventaja que terminó siendo definitiva en los 57′, mediante Aneglos Charisteas, quien aprovechó un tiro de esquina para marcar de cabeza. El cotejo terminó 0-1 y CR7 y varios de sus compañeros estallaron en llanto, ante la alegría del campeón.
Greg Loganis, de sufrir un escalofriante golpe a ganar la presea dorada
Tras ganar dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, Gregory Louganis repitió la victoria cuatro años más tarde, en Seúl. Eso sí, al saltador no se le hizo fácil y salió adelante tras protagonizar un incidente. En una de las pruebas, brincó desde un trampolín de tres metros y estrelló su cabeza contra él, a aproximadamente 112 kilómetros por hora. Producto del golpe, su cabeza quedó con una hemorragia. Sin embargo, no fue motivo para que abandonara. Minutos después, se metió en la final de la disciplina y, días después, se colgó el oro en los 10 metros y en el trampolín.
El oro frustrado de Vanderlei
En Atenas 2004, Vanderlei de Lima estuvo a punto de conseguir la primera medalla de oro para Brasil en una maratón, pero un espectador lo impidió. El atleta dominó en la carrera, no obstante, a seis kilómetros del final, Corenelios Hora, un exsacerdote irlandés, se lanzó sobre él y le hizo perder su ventaja. Pese a ello, y con el apoyo del público, consiguió quedarse con el bronce, por detrás del norteamericano Mebrahtom Keflezighi y del italiano Stefano Baldini, quien cruzó la meta primero.
“Cuando vi al hombre que se me tiraba arriba me asusté, porque no sabía lo que me podía pasar, si estaba armado con un cuchillo, un revólver o algo, y si me iba a matar. Eso me costó la medalla de oro”, expresó al término de la competencia. Y añadió: “Logré terminar y la medalla de bronce en un maratón tan difícil es también un gran logro”. El Comité Olímpico Internacional le otorgó un reconocimiento por su “demostración excepcional de juego limpio y valores olímpicos”.
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