Esta tarde se realizó el directorio extraordinario de Blanco y Negro, en el que se analizó la propuesta de acuerdo económico con el plantel de Colo Colo, después de que la Dirección del Trabajo determinara que la concesionaria acogió mal a los jugadores a la Ley de Protección al Empleo.
De los 105 días en que los futbolistas estuvieron con su relación laboral suspendida, la propuesta impulsada por Aníbal Mosa y que fue consensuada previamente con los deportistas consiste en cancelar la mitad. Es decir, 53 días, lo que se traduce en una cifra cercana a los $ 700 millones, una cantidad que incluye impuestos.
La mitad de este monto será reembolsado en diciembre de este año, mientras que la otra mitad será devuelta en ocho cuotas, a partir de mayo del próximo año. Con este convenio se busca que la Dirección del Trabajo retire las acciones legales interpuestas en los tribunales laborales y así el club evita sanciones por esta situación.
La reunión, como ha sido la tónica del último tiempo, fue bastante tensa. Hubo recriminaciones y un voto de prevención del bloque vialista, que buscaba que los jugadores jóvenes que no tenía contrato por derecho de imagen o cuota de pase recibieran una mayor cantidad de dinero. La acción no prosperó y la discusión se centró en varias materias. A pesar de estas discrepancias, el acuerdo se aprobó de forma unánime para intentar recomponer la relación con los jugadores.
Por otra parte, hubo descontento en el sector que lidera Mosa por no haber podido incorporar a la tabla del directorio extraordinario los puntos relativos a refuerzos y aspectos deportivos, ya que este tipo de cita solo permite tratar el punto anunciado con 72 horas de anticipación. Y en este caso el único ítem de la convocatoria era el relativo a la “situación contractual del plantel”.