Boca Juniors recibió el mejor incentivo antes de la final de vuelta de la Copa Libertadores ante River Plate: el multitudinario respaldo de sus hinchas, quienes repletaron la Bombonera. Y no solo eso, pues hubo muchos que se quedaron fuera del recinto, colapsando las calles del mítico reducto xeneize.
La expectación fue tanta que el club azul y amarillo debió comunicar a través de sus cuentas en redes sociales que su estadio ya estaba con la capacidad a tope, mientras en las calles se observaba a cientos de hinchas intentando, a esa altura vanamente, acercarse al epicentro de la fiesta. Eso mientras el plantel de Guillermo Barros Schelotto realizaba la parte principal de la práctica en Casa Amarilla para no entregarle información al cuerpo técnico de Marcelo Gallardo.
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Hubo ovaciones para varios jugadores. También la invasión al campo de un fanático, que terminó llevándose como recuerdo un polerón de Carlos Tevez. En uno de los equipos que intervino en la sesión de fútbol reducido atajó el ex arquero de Huachipato, Carlos Lampe. Por supuesto, la música de fondo fueron los cánticos que aludían a la obligación de ganar la séptima Copa Libertadores en la historia del club y a la rivalidad con los Millonarios.
La locura había comenzado anoche, cuando los seguidores xeneizes llegaron a formar largas filas para no perder la posibilidad de acompañar a sus ídolos.
El entusiasmo fue total. Y sirvió para comprobar un antiguo mito: que la Bombonera tiembla con el aliento de los hinchas. Un video compartido por Hernán Maldonado, quien opera el equipo de sonido del estadio, muestra cómo los elementos que tiene en su oficina se mueven al ritmo de los saltos y los cánticos de la gente.
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