El final del partido entre Atlético Mineiro y Boca Juniors fue escandaloso. Después de la eliminación de los argentinos, se produjeron graves incidentes. La anulación de un gol para los transandinos por sugerencia del VAR, que estaba a cargo del juez chileno Julio Bascuñán, avivó la molestia de los xeneizes. Sin embargo, los problemas más graves se produjeron en los vestuarios, donde hubo enfrentamientos con la policía brasileña, que utilizó gas pimienta para controlarlos. También hubo detenidos. Siete jugadores y cinco integrantes de la delegación fueron trasladados a una comisaría de Belo Horizonte. El resto del plantel transandino pasó la noche fuera de la dependencia policial a la espera de la liberación de sus compañeros, quienes, posteriormente, fueron imputados por la justicia brasileña.
Carlos Izquierdoz, Javier García, Carlos Zambrano, Sebastián Villa y Marcos Rojo debieron prestar declaraciones. A la lista se agregan el ayudante de Russo, Leandro Somoza, el entrenador de arqueros Fernando Gayoso y el dirigentel Raúl Cascini. “Agresión” y “Daños al patrimonio” son los cargos que se les atribuyen.
Aguardan por el retorno
Por estas horas, la prioridad xeneize está puesta en salir de Brasil. Según consigna el diario Olé, el club argentino ya habría pagado los US$ 15 mil dólares establecidos como fianza para abandonar el país. Cumplido ese trámite, y con el apoyo del consulado argentino en Belo Horizonte, la intención es volver a Buenos Aires lo antes posible. Se estima, preliminarmente, que en horas de la tarde se produciría el desplazamiento.
Según la prensa transandina, los jugadores de Boca ya empiezan a sentir el desgaste propio de la situación. Eso, sin dejar de considerar las dolencias que sufren producto de la trifulca. Eso sí, todos están en buenas condiciones de salud.
Frente al controvertido escenario, Boca pedirá la suspensión del partido frente a Banfield, previsto para el sábado. La decisión de acceder a la petición quedará en manos de la AFA y de la Liga Profesional.