Las precauciones de Venezuela para enfrentar a Bolivia en el estadio más alto de las Eliminatorias
La Verde hará de local en el estadio Municipal de El Alto, ubicado a 4.150 metros sobre el nivel del mar. “El fútbol está hecho de detalles”, explicó el técnico Óscar Villegas, que realizará su estreno en el banco del conjunto altiplánico. La Vinotinto, en tanto, se prepara para realizar una compleja visita al cuadro altiplánico, en unas condiciones que pueden ser graves para la salud de cualquier persona.
La selección de Bolivia está necesitada de puntos. Los altiplánicos viven una situación compleja en la tabla de posiciones de las Eliminatorias al Mundial de 2026. Tras seis jornadas disputadas, son penúltimos con solo tres puntos.
La Verde tiene un triunfo y cinco derrotas. Solo superan a Perú, que ostenta dos unidades, y que aún no ha logrado ganar. Así, este jueves, desde las 16 horas, recibirá a Venezuela y el próximo martes 10 de septiembre deberán viajar a Chile para medirse ante la Roja.
En ese sentido, en Bolivia apelan a todo para salir del mal momento. Por ejemplo, Óscar Villegas realizará su estreno como director técnico ante la Vinotinto. El entrenador asumió en julio tras la salida del brasileño Antonio Carlos Zago.
Además, cambiarán de casa. La Verde dejará el clásico estadio Hernando Siles de La Paz, ubicado a 3.577 metros sobre el nivel del mar. El recinto ha sido cuestionado en numerosas oportunidades producto de las consecuencias que tiene los futbolistas por jugar en esas condiciones. Sin embargo, la selección altiplánica aumentará las dificultades.
El estadio ubicado a mayor altitud
Bolivia utilizará el estadio Municipal de El Alto, ubicado en la provincia de Murillo del departamento de La Paz y que se encuentra a 4.150 metros sobre el nivel del mar. El recinto pasará a ser el con más altitud en la historia de las Eliminatorias.
La Verde buscará dejar el fondo de la tabla de posiciones desde la elevación del Coloso de Villa Ingenio, que tiene una capacidad para 24 mil espectadores. Es más pequeño comparación con el recinto que solía utilizar la selección altiplánica, pues el Hernando Siles de La Paz alcanzaba los 40 mil aficionados. Sin embargo, su mayor altitud lo convierte en uno de los escenarios más extremos del mundo para encuentros internacionales y el deporte en general.
Para contextualizar, el punto más alto de todo el territorio venezolano se encuentra en el Collado del Cóndor, en la carretera transandina en el estado de Mérida, a unos 4.118 metros sobre el nivel del mar. No obstante, en Venezuela no es una costumbre vivir ni mucho menos realizar actividad física en esas condiciones.
Las consecuencias más notorias por jugar en altitud tienen que ver con la falta de oxígeno, produciendo dificultades respiratorias y fatiga más rápida. Los futbolistas pueden experimentar mareos y falta de concentración lo problemas cardiovascular y deshidratación también son comunes.
Bolivia apela a todo para sumar. El nuevo proceso de Villegas, que ha decidido renovar el plantel, inició con la convocatoria de un ochenta por ciento de futbolistas que están habituados a jugar en esas condiciones geográficas. Entre ellos hay seis jugadores del club Always Ready, con sede en El Alto, y otros seis del Bolívar de la Paz.
“El fútbol está hecho de detalles, no quiere decir que con este cambio de estadio vamos a ganar. Intentaremos ser lo más intensos posibles, por la necesidad que tenemos”, aseguró el estratega boliviano.
En tanto, en Venezuela prepararon a sus jugadores con ejercicios de respiración con oxígeno y aclimatación en cámaras hiperbáricas. “No me gusta mucho hablar de la altura. Sabemos que hay que jugar y debemos prepararnos. El cuerpo médico está trabajando en ello. Hay algunos jugadores que les afecta y a otros no. Debemos mantener la concentración y hacer un partido inteligente. Debemos agarrar de a poco el ritmo de la pelota. Con los minutos iremos viendo si es más rápido o lento”, indicó Fernando Batista, el técnico llanero.
Críticas por jugar en altitud
Hace unas semanas, Tite, actual técnico del Flamengo y exentrenador de Brasil, cuestionó el hecho de jugar en la altitud luego de la serie entre el Mengao y el Bolívar. Luego del encuentro disputado en La Paz, además, el DT sufrió una descompensación.
El estratega encendió las alarmas apenas descendió del avión en su llegada a Río de Janeiro y fue internado tras presentar una elevación en el ritmo cardiaco y una arritmia, desatando una fibrilación auricular.
“Jugar en La Paz es muy difícil. Trae una serie de problemas muy fuertes. Va a traer problemas. Me pasó a mí, se va a poner más grave”, aseguró Tite.
Sin embargo, fue el propio técnico boliviano el que salió al paso: “Puedo decir que jugar a más de 35 grados es inhumano para nosotros, también es difícil, se sufre mucho en temperaturas con humedad alta. En todo caso, lo más injusto es no jugar donde uno vive, donde tiene su cancha, su estadio, donde se practica el fútbol”, indicó Villegas.
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