La derrota de 2-1 ante Bologna no fue una caída más para Inter de Milán. Con este nuevo tropiezo, el campeón italiano perdió la clara opción de volver a la punta, justo cuando se puso al día el torneo. Milan aún es el líder de la Serie A, dos puntos sobre su archirrival.
Los lombardos protagonizaban una jornada clave en su objetivo del bicampeonato. El partido postergado desde la fecha 20 le permitía completar su calendario y regresar a la punta, en caso de una victoria.
Por eso cuando Ivan Perisic lograba la apertura del marcador, recién a los tres minutos, todo era alegría en la banca de los visitantes, donde Alexis Sánchez miraba con atención lo que ocurría en la cancha del Renato Dall’Ara.
Y es que el técnico Simone Inzaghi volvió a dejar al tocopillano en la suplencia, tras inclinarse por una dupla de ataque conformada por Lautaro Martínez y Joaquín Correa.
Sin embargo, el cuadro emiliano del titularísimo Gary Medel no estaba para festejos del contrario. A pesar de la desventaja, el local no se amedrentó ante el poderío del campeón y logró el empate a los 28 minutos, cuando Marko Arnautovic derrotó al meta Andrei Radu con un perfecto cabezazo.
Eran las dos caras del equipo de Inzaghino. Un gran volumen en ataque, pero un claro desequilibrio en defensa, donde las pelotas cruzadas del elenco boloñés eran problema constante.
Error en el final
En el tiempo complementario, Inter ingresó con más intención para llevarse el triunfo. Lo tuvo Martínez, también Marcelo Brozovic, cuando Medel le sacó la pelota desde los pies en área chica.
Entonces el técnico nerazurro tuvo que mover las piezas. A los 63 minutos, dispuso el ingreso del Niño Maravilla y de Edin Dzeko, donde el chileno se paró detrás de la dupla de delanteros para generar juego.
Sustituciones que le dieron un nuevo aire al cuadro lombardo. Sánchez cumplió con la tarea, trató de generar fútbol desde el mediocampo y envió un par de balones peligrosos que fueron repelidos por la zaga de los locales.
Pero el gol no llegaba y tampoco se plasmaba la ilusión de regresar al primer puesto de la Serie A italiana. Una esperanza que dejó desecha tras el grosero error del meta interista Radu, quien reemplazó al capitán Samir Handanovic.
A nueve minutos del final, el meta trató de jugar un balón en movimiento, pero pifió ante la marca de Nicola Sansone, quien no hizo más que meter el balón al arco para el 2-1 de Bologna.
Una derrota, la cuarta del torneo, que fue más que dolorosa. Sobre todo cuando perdió la gran oportunidad de regresar al primer puesto de un apretado campeonato.