Claudio Borghi fue claro al preguntársele sobre los motivos que han impedido un mejor desarrollo de la carrera de Matías Fernández. El volante, que con el DT argentino vivió su etapa de mayor figuración, no ha logrado equiparar el recorrido que han hecho otros, pese a que en su momento fue el jugador más destacado del país. Nombrado, incluso, como el mejor futbolista del continente en 2006.
El juicio del Bichi es claro. "Es obvio que en un momento Mati dijo 'hasta aquí nomás llego. No quiero escalar más'. No sé. Puede ser algo religioso", dijo el entrenador. "Desde que se convirtió en evangélico decidió quedarse con lo que había logrado", añadió, en diálogo con Las Últimas Noticias.
Además, el ahora comentarisa reveló que desde que dejó la Selección no ha hablado con ningún jugador del equipo y contó que, en Brasil, en el marco de la última fecha de las Eliminatorias, se topó con un grupo de seleccionados y que éstos ni siquiera lo miraron. "Me alojé en el mismo hotel de la Selección. Y aunque evité aparecer mucho en el lobby, me topé con un grupo de jugadores y no hubo ni un buenos días", contó. "No es tan dramático, aunque a mi me enseñaron de chico que el saludo no se le niega a nadie", puntualizó.
Finalmente, además de reiterar sus interminables críticas a Jorge Sampaoli y decir que no le sorprende que Chile no haya clasificado al Mundial, por una cuestión de edad, se refirió a la situación de Arturo Vidal, cuestionado por sus conductas fuera de la cancha. "Nació en un país donde se toma mucho. Durante todos los años que lo dirigí supe que bebía, pero no vi que tuviera un problema de alcoholismo. No lo he visto desde que me fui de la Selección, así que no sé su situación actual", aseguró. Sí remató diciendo que "la indisciplina fue un problema constante" cuando estuvo a cargo de la Roja y que intentó pararla, pero eso le "costó el puesto".