Este miércoles, Botafogo dio un gran paso hacia la final de la Copa Libertadores 2024. En el Estadio Nilton Santos de Río de Janeiro, el Fogao derrotó con contundencia nada menos que 5-0 a Peñarol, en la semifinal de ida. La mayor historia del Manya en el principal torneo de clubes de Sudamérica no alcanzó para neutralizar la efectividad del líder del Brasileirao, que tuvo un segundo tiempo pletórico.

El elenco que dirige el portugués Artur Jorge ha tenido una destacada temporada, tanto a nivel local como en el concierto internacional. De hecho, el Botafogo aspira por primera vez en su historia a jugar la definición por el título de la Libertadores. Es el único de los 12 grandes de Brasil que no tiene el cetro en sus vitrinas. Por su parte, los uruguayos no son finalistas desde 2011, en una edición en la cual eliminaron en cuartos a la Universidad Católica de Juan Antonio Pizzi (en esa fatídica serie de Paulo Garcés).

El primer tiempo fue discreto en Río, aunque en la mayor parte del juego fue el local el que llevó las riendas. El Peñarol del histórico Diego Aguirre no estuvo ni cerca de repetir el cometido que hizo ante Flamengo, en la llave de cuartos de final, en la que ganó en el Maracaná. El segundo periodo tuvo a un Botafogo eficaz y trepidante. En una ráfaga de 10 minutos sacó tres goles de diferencia.

En los 51′, el venezolano Jefferson Savarino abrió el marcador, definiendo tras un pase filtrado de Luiz Henrique, el mismo que enfrentó a Chile por las Eliminatorias. Luego, en los 55′, llegó el 2-0 a través del zaguero Alexander Barboza, quedándole el balón tras una pelota detenida. En los 59′, vino el tercero con otra anotación de Savarino, con un remate tras un centro atrás. Fue débil la respuesta del meta visitante Washington Aguerre.

Esto no fue lo único. Faltaba el tanto de la figura de la noche. En los 73′, Luiz Henrique (quien fuera pupilo de Manuel Pellegrini en el Betis) marca el 4-0 con una gran definición, picándole la pelota al portero. Como no hay quinto malo, en los 79′ llegó el 5-0 a través de Igor Jesus. Con un cabezazo, el seleccionado brasileño (que le marcó a la Roja, en Santiago) sentenció directamente la eliminatoria.

Con una diferencia semejante, el Botafogo tiene un pie y medio en la final de la Libertadores, que será el 30 de noviembre, en el Monumental de Núñez (Buenos Aires). El próximo miércoles 30 se juega la revancha, en Montevideo, donde Peñarol tendrá que buscar un milagro. Cabe recordar que en la otra semifinal, Atlético Mineiro superó 3-0 al River Plate de Paulo Díaz en la ida.