Es cierto que Brasil está otra vez en la final de la Copa América. Sin embargo, ya no es el equipo envolvente y vertiginoso que dejaba a sus rivales sin aliento. Ahora venció a Perú por la mínima, el mismo resultado que ante la Roja, pero el trámite advierte que los incaicos estuvieron muy cerca de amagar la victoria en el segundo tiempo.
El Scratch aprendió la lección. Al menos a medias. El gasto que le dio la Roja en cuartos de final, fue suficiente para que los jugadores de la Canarinha sintieran la presión. Se notó en la actitud. Porque no le dio respiro a Perú, lo atosigó en cada una de sus intenciones de reacción, al menos en el primer tiempo.
Es cierto que el campeón de la Copa América sólo abrió la cuenta a los 36 minutos. El tanto de Lucas Paquetá, el mismo que le marcó a Chile, previa jugada de Neymar que dejó tirado a tres rivales, con caño incluido, fue el corolario de una hegemonía sostenida en el primer tiempo.
Antes de esa conquista del volante del Lyon francés, el, cuadro de Tite ya había convertido en figura al menos un par de veces al meta Pedro Gallese, sobre ante las recurrentes arremetidas del 10 de los amarillos y del insistente Richarlison.
En ese contexto, la ventaja mínima de la primera fracción fue esquiva para la enorme superioridad del cuadro local que, ni siquiera, dejó que los dirigidos de Ricardo Gareca remataran una sola vez al arco en los primeros 45 minutos.
Reacción bicolor
Tras el descanso, el visitante salió recargado. Brasil se durmió un par de minutos y los peruanos aprovecharon esos bostezos. Tanto, que el italiano Gianluca Lapadula estuvo muy cerca de batir al meta Ederson, a los 49 minutos.
La Canarinha sintió el golpe y comenzó a correr hacia su arco, algo pocas veces visto en esta Copa América, tal como ocurriera ante Chile en la fase anterior.
A los 61 minutos, los pupilos del Tigre Gareca avisaron otra vez. Ahora fue un largo remate de Raziel García que el dubitativo Ederson repelió hacia adelante. Aunque en el rebote el cuerpo arbitral que dirigía el chileno Roberto Tobar estimó que Lapadula estaba adelantado.
A nueve minutos de final, el zaguero Alexander Callens volvió a perdonar. El jugador del New York City cabeceó solo en área chica, cuando el meta de la Verdeamarelha volvió a dudar en la salida. Sin embargo, el peruano no alcanzó a direccionar el balón hacia el arco.
Fue el último embate de la Bicolor. Brasil puso el bus y Perú ya no encontró los caminos. El equipo de Tite va por su segundo título consecutivo en la Copa América, pero sus jugadores ya no son el cuco que amenazaba en la primera ronda, los mismos que golearon 4-0 a este mismo rival en la fase de grupos.
Ahora espera al ganador de la otra semifinal, que jugarán este martes las selecciones de Argentina y Colombia.