Colo Colo se despidió de la Copa Sudamericana con dolor. Los cuatro goles en línea que le endosó el Inter en Porto Alegre derribaron de golpe la ilusión que tenían los pupilos de Gustavo Quinteros de seguir avanzando en el torneo continental, al que había llegado después de ser incapaces de seguir avanzando en la Libertadores. Elementos para la ilusión había: en la ida, el Cacique se había impuesto por 2-0 en el Monumental. Incluso en Brasil se agregó uno más: el penal que anotó Gabriel Costa alcanzó a poner en ventaja al equipo albo.
El desenlace de la serie sirvió para todo. Primero, para que los hinchas del Cacique mostraran su rabia y para que los jugadores ensayaran una profunda autocrítica. Luego, para que los medios brasileños resaltaran el resultado que habían conseguido los dirigidos por Mano Menezes y le dieran características de hazaña y, finalmente, para que los propios jugadores del Colorado se burlaran de la tragedia alba y de los jugadores con los que habían compartido el campo de juego.
Solari, el blanco
Como en todo duelo en que está en juego una clasificación, el duelo entre brasileños y albos fue friccionado. Al contacto físico, con seguridad se sumaron controvertidos diálogos, de los que regularmente no se conoce su contenido, pero que salen a la luz con pequeñas, pero decidoras señales.
Una de ellas fue la que entregó el defensor Moisés quien, a través de su cuenta en Instagram, se burló abiertamente de Pablo Solari. “Buen viaje, hablador”, escribió sin tapujos el jugador, a quien le tocó ser el marcador del Pibe en la jornada de ayer.
En Porto Alegre, Solari rindió muy por debajo de su habitual nivel y de las expectativas que los hinchas del Cacique tienen puestas sobre su rendimiento. Moisés no tuvo empacho en incluir dos emoticones para reforzar su postura: una mano en señal de despedida y un beso.