Un nuevo episodio de racismo afectó al mundo del fútbol. Esta vez, en Ucrania, donde el brasileño Taison se cansó de los cánticos discriminatorios en su contra. En los 82' de la victoria de su escuadra, el Shakhtar Donetsk, por 1-0 sobre el Dinamo Kiev, el extremo cometió una falta y aprovechó la detención del juego para lanzarse en contra de los simpatizantes forasteros. Tomó la pelota, la lanzó hacia las tribunas e hizo un corte de manga.
Ante la acción del futbolista, el juez del partido optó por mostrarle la tarjeta roja. El jugador abandonó el campo de juego, luego de que compañeros y rivales se acercaran a él en señal de apoyo. El compromiso continuó desarrollándose con normalidad, como si nada hubiese ocurrido.
La semana pasada, en la Serie A también debieron detenerse dos partidos por cánticos racistas en contra de jugadores. Primero fue en el encuentro entre la Roma y el Napoli, cuando el juez debió parar las acciones por reiterados insultos en contra de Kalidou Koulibaly. Un día después, Mario Balotelli, delantero del Brescia, explotó ante los cánticos discriminatorios de la hinchada del Hellas Verona, envió el balón donde estaban ubicados los simpatizantes locales y amenazó con retirarse de la cancha.
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