Claudio Bravo: Estandarte. Sinónimo de seguridad. No deja de sorprender, pese a los años. Otra vez como capitán, lideró desde la portería con el ejemplo. Brilló con una tapada magistral a Lionel Messi, en el mismo lugar en el que tantos otros han fallado. En el segundo tiempo volvió a maravillar con tapadas de gran peligro. El capitán de la selección chilena.
Mauricio Isla: Sólido en la banda derecha. Confirmó su buen pasar en el Flamengo, donde es titularísimo. Contuvo de gran manera las subidas de Tagliafico y él mismo se aventuró como siempre lo hace en la derecha del ataque.
Gary Medel: Sin lugar a dudas, la figura de la Roja. Demostró por qué sigue sin ser reemplazable en la zaga de la Selección, pese a sus problemas físicos y falta de ritmo. Se comió al ataque transandino y nunca llegó tarde a una cobertura. Se ofuscó con los fallos de Maripán, lideró y retó, tal cual como siempre lo ha hecho. En una aparición magnífica, dio el pase para el empate y gol de Sánchez.
Guillermo Maripán: Timorato en el primer tiempo. El peor de Chile en los primeros 45 minutos. Repitió su mala actuación contra Venezuela, lo que no se condice con su gran pasar en el Mónaco de la Ligue 1. Falló en los tiempos, en las marcas, y su lentitud quedó en evidencia cuando Lautaro Martínez aceleró dentro del área, le ganó y cayó.
Eugenio Mena: Le costó reencontrarse con sus mejores tiempos vistiendo la camiseta del Equipo de Todos. En los primeros 45 minutos solo se desempeñó en facetas defensivas, sin el coraje suficiente como para subir y acompañar a Meneses en la creación. De cualquier forma, estuvo correcto en la marca y no se vio sobrepasado. En el complemento dejó la timidez a un lado y tuvo en sus pies el 1-2 para Chile, pero su remate fue trabado por un defensa.
Pablo Galdames: Fue irresponsable al condicionarse con una amarilla de forma tan temprana. Al minuto ya estaba amonestado por una fuerte falta sobre Tagliafico. Aquello no le permitió jugar con la seguridad con la que debía, sobre todo por llevar sobre sus hombros la responsabilidad de reemplazar a Arturo Vidal. No brilló en el mediocampo; ni en facetas defensivas u ofensivas. Eso sí, su salida fue resentida por Chile.
Charles Aránguiz: Actuación magistral del Príncipe. A falta de un creador, Aránguiz tomó la responsabilidad de generar juego para la Roja. Y vaya que lo hizo. Su desgaste fue encomiable, ya que cuando no tenía el balón se desvivía para recuperarlo. Su exquisita pegada envió un magistral tiro al área, pasado, lo suficientemente preciso para que Medel asistiera a Alexis.
Erick Pulgar: El volante de la Fiorentina estuvo contenido en el centro del campo. Fue el encargado de mantener el equilibrio en la mitad de la cancha y ser el enlace entre la defensa y el ataque. Lo hizo bien, aunque sin destacar. Se echó de menos la temeridad que ha demostrado en otras actuaciones con Chile.
Alexis Sánchez: Un Jugadorazo. Sin discusión. Ante Argentina Alexis regresó en el tiempo y entregó una actuación digna de la época del Bicampeón de América. Sus firuletes, sus gambetas, sus movimientos de cinturas fueron indescifrables para la zaga albiceleste, al punto de que Scaloni debió reemplazar a dos centrales en el entretiempo. Su segundo tiempo fue más de sacrificio.
Eduardo Vargas: Abandonó la displicencia y asumió el sacrificio. No convivió en demasía con la pelota, pero se esmeró para conseguirla. Se le vio comprometido con las labores defensivas, sobre todo cuando él mismo perdía la pelota. Tuvo solo dos remates al arco, con peligro.
Jean Meneses: Admirable sacrificio del extremo izquierdo. Prácticamente jugó como otro volante, cargado con la responsabilidad de ayudar a Mena en la protección de aquella banda. En una inteligente jugada, aguantó la pelota y provocó la falta que significaría el 1-1. No dejó de correr hasta el último minuto.
César Pinares: Ingresó en el segundo tiempo para tener más la pelota, pero su nerviosismo le pasó la cuenta y lo llevó a cometer demasiados errores. No entró bien el jugador de Gremio.