Brian Fernández aparece en las redes sociales. El futbolista lo hace para responderle a su esposa, Araceli Fessia, quien hace algunos días dialogó con un medio argentino, para referirse a la adicción del jugador. “Él consume cocaína; han venido a la puerta de la casa los vendedores”, señaló la mujer. Las palabras no le cayeron bien al exgoleador de Unión La Calera.
“¿Cómo te gusta hablar en la radio?, ¿Cómo te gusta decir giladas?, pero, la verdad, no sabes de mi hace dos meses. Déjate de joder, nena, por favor, dios”, partió diciendo el artillero, a través de una historia de Instagram. Los descargos no culminaron ahí. El nacido en Santa Fe acusa a su pareja de no acompañarlo. “Abandono de persona no habla, jaja”, escribe.
El hermano de Leandro Fernández continúa con su respuesta. “Ya estas grande para salir a hablar. Yo no hablo con nadie de lo que me pasó ni lo que perdí. ¿Sabes si como?, ¿sabes si tengo ropa para todos los días?, ¿sabes si tengo un lugar para quedarme a dormir?, ¿sabes si los lugares son fijos? No, porque nada es fijo y eso da bronca, porque prácticamente en la calle me dejaste”, dispara.
Los posteos del atacante llegan solo días después de que Araceli Fessia dijera que él no quiso continuar con su tratamiento contra la drogadicción y que se encuentra con su familia. “Este mes me dijo que no quiere internaciones, que se le hace cada vez peor, cada vez más pesado. Es a voluntad (...) Está con su familia, donde él se siente cómodo. Estamos a la espera de que acceda a un tratamiento”, declaró ella.
Sin embargo, los mensajes de Fernández indican que su versión es otra. Además, cierra con palabras de agradecimiento a quienes le escribieron. “Muchos mensajes me llegan. No voy a poder ver mucho, ni ver a nadie, estoy muy lejos. Seguiré durmiendo. Besito (sic), gente hermosa y divina que me quiere dar un lugar”, es lo que redacta.
Hace algunos días, Fessia relataba los momentos complejos que ha vivido debido a la adicción de su marido. “Él consume cocaína. Jamás hice una denuncia, porque me ha pasado que han venido a la puerta de mi casa (vendedores de drogas). Hay gente que quiere sacar un gran provecho y le convida. Se considera una enfermedad cuando el consumo no te deja avanzar con tus responsabilidades”.
De acuerdo a sus declaraciones, en ningún momento han dejado de tener un vínculo afectivo, pese a los dardos de Fernández. “Yo estoy con él hace ocho años y vengo batallando hace tres. No estoy de acuerdo con esto y no me gusta. Yo vi el Brian que puede y hoy veo su deterioro. Es una lucha constante”, decía.