Xavi es, ya con todas las de la ley, el nuevo técnico del Barcelona. En el Camp Nou, el mismo escenario en el que brilló como futbolista, el club catalán formalizó la relación con el exmediocampista, quien se convirtió en el reemplazante de Ronald Koeman, quien tuvo que dejar la institución después de ser incapaz de darle un estilo y, sobre todo de obtener buenos resultados. Basta mirar la tabla de la liga española para advertir el indecoroso momento: los blaugranas aparecen recién en el noveno puesto, con 17 puntos, una producción demasiado discreta para “el mejor club del mundo”, como describió el flamante director técnico en su presentación.
“Somos el mejor club del mundo y trabajaremos con mucha exigencia para lograr los éxitos”, declaró Xavi, a modo de declaración de principios para su segunda gestión como entrenador, después de ocupar la banca del Al-Sadd, de Qatar, el mismo equipo al que había defendido en la parte final de su carrera. La llegada del exvolante supone un nuevo intento por recuperar la esencia futbolística que ha caracterizado al Barça y que se extravió considerablemente en el último tiempo. “Buen retorno a casa”, fue el mensaje que ocupó la entidad, a modo de slogan, para recibirlo.
Hasta 2024
Xavi tendrá algo de tiempo para concretar sus ideas. El contrato que lo une a la institución rige, inicialmente, hasta el término de la temporada 2024, lo que le otorga cierto margen para concretar sus planes. Sin embargo, el nivel de expectativas habitual en un club de la magnitud del Barcelona y, sobre todo, la inestabilidad que ha vivido en el último tiempo, no permiten asegurar ese plazo como definitivo.
“Estoy muy emocionado por cómo me ga recibido la afición. Muy ilusionado y con muchas ganas de empezar. He vuelto a casa y sé que es un momento complicado, pero las ganas, la ambición nos tienen que hacer ir para arriba. Quiero transmitir positivismo y exigencia. Somos el Barça y tenemos que intentar ser el mejor club del mundo. Se lo tememos que devolver a la afición. Gracias a la afición y al club”, declara el estratega. “Se me ha puesto la piel de gallina con el recibimiento de la afición. Somos el Barça y lo tenemos que dar todo”, añade, después de agradecer el respaldo del público que asistió a la recepción en el reducto de la Ciudad Condal.
La alegría es transversal en el barcelonismo. “La vuelta de Xavi marca la historia del club. Xavi transmite alegría y esperanza. Es un hombre de casa y de club. Se ha esforzado para ser una referencia y hoy se ha puesto de alegría”, sostiene, a su turno, el presidente del club, Joan Laporta.