Universidad Católica sigue arriba. No da ningún tipo de ventajas. A lo mejor no gusta tanto a la vista, pero la tabla de posiciones no miente. En cuatro fechas, tiene cuatro victorias. Cien por ciento de rendimiento, algo que entusiasma a sus fanáticos. Superó por la cuenta mínima a Unión La Calera, para mirar a todos desde el olimpo.
Uno de los conceptos que más se considera dentro de la era de Beñat San José a cargo de los cruzados es el de la rotación. Y el ejemplo máximo de aquello ocurrió frente a los cementeros. El DT vasco hizo cinco cambios respecto al triunfo sobre Everton, en Viña del Mar. Más allá de las modificaciones de nombres, también resaltan las de posiciones. Marcos Bolados entró, pero no como puntero, sino como volante mixto, ubicándose a la derecha de Luciano Aued, el más centralizado de los mediocampistas. En el mismo sentido, Diego Buonanotte volvió a iniciar como extremo, pero por la izquierda. Si la intención era darle profundidad al equipo por la banda, no resultó en la primera parte. La Calera no lo permitió, porque se cerraba mucho en defensa (siete hombres, a lo menos). Seguramente, Víctor Rivero estuvo obligado a ser más cauteloso por la baja de su figura, el argentino Brian Fernández, quien se lesionó en la práctica del viernes y tuvo que ver el cotejo desde las tribunas.
Los primeros 45 minutos fueron tan incípidos que ninguno de los dos arqueros (Dituro y Arias) tuvo alguna atajada. La Católica comenzó imprecisa, sin una construcción pulcra. Movió el balón, pero sin profundizar. Sus laterales (Fuenzalida y Cordero) y extremos (Henríquez y Buonanotte) no ganaban línea de fondo. La única opción relativamente cercana de la UC en el primer lapso fue un remate desviado del Enano, en los 23'. El dominio de las acciones fue de los estudiantiles, pero sin causar peligro. Era negocio para el elenco de la Quinta Región, que esperaba alguna salida rápida apuntando hacia su referencia ofensiva, Gonzalo Abán.
El complemento mostró a una Católica más atrevida y más ordenada. Buonanotte transitó desde las puntas hacia el centro, sitio en el cual se percibe más cómodo en la cancha y donde ha tenido sus mejores actuaciones. La Calera atinaba a aguantar el ímpetu ofensivo rival. David Llanos, de escasísima participación en el primer tiempo, tuvo una ocasión clara para abrir la cuenta, pero un cabezazo suyo dio en el travesaño (54'). Arias se quedó parado.
Los pupilos de Beñat aportaron mayor intensidad y llegaron con más peligro a la portería cementera. Tuvo que ser una jugada personal la que abrió el candado que estaba en el portón calerano. El Enano Buonanotte, de los mejores elementos del segundo tiempo, recibe el balón en la izquierda, engancha hacia adentro, se saca rivales y remata con la pierna menos hábil. Un tiro ajustadísimo se mete en el arco. El 18 transandino lo festeja con todo. Fue una catarsis, un desahogo brutal. En un partido complejo, la UC lograba el objetivo.
La expulsión del zaguero Pablo Alvarado dejó a la visita con uno menos, aunque en el final salió de su trinchera para buscar la igualdad. Católica pasó sustos, pero aprobó un nuevo examen. Al más puro estilo Beñat San José.