Diego Buonanotte (31) vive un momento muy especial. Su esposa está con 38 semanas de embarazo y en cualquier momento puede sonar el teléfono para partir a la clínica. "Será mi primera hija chilena y sí estoy seguro de algo, será hincha de Católica", cuenta en una conversación con La Tercera que pasa por los más diversos temas. Aquí, un adelanto de esta entrevista.

¿Cómo ha sido este año para usted?

A lo mejor es un año un poco diferente, pero es parte del fútbol y de lo que hacemos. Uno siempre tiene la mejor predisposición al trabajo, con el grupo y con el club al que uno quiere. A uno le puede gustar o no alguna decisión, pero hay que aceptar. Lo acepto siempre, entendiendo que es lo mejor para el grupo poder aportar desde el lugar que me toque. Uno ya también es un poco más grande y sabe entender los momentos, más allá de que a veces no guste.

Si no tiene muchos minutos, ¿analizará a fin de año la opción de salir?

Falta para eso. Hoy, más allá de que hablamos de no jugar tanto como uno quiere, la cabeza está puesta en ayudar, en aportar, en aprovechar las oportunidades y siempre ser una persona positiva para mis compañeros. En diciembre se verá, pero hoy el foco está puesto en lograr los objetivos, que son muy importantes para nosotros. Ya habrá tiempo para pensar después.

¿Qué significa para usted Universidad Católica?

Llevo tres años y medio en Católica. Después de irme de River, nunca había estado tanto tiempo en un club y nunca me identifiqué tanto como aquí. La gente me tiene un gran cariño. Entonces, Católica pasó a ser una parte muy importante de mi vida y de la de mi familia. Estoy agradecido del club, de los hinchas y de mis compañeros, pero especialmente de esa gente que me trajo. La verdad es que mi familia y yo nos enamoramos de este país y de Católica. Estamos contentos, Católica ha marcado algo en mi vida, que va a quedar para siempre en mi corazón.

¿Prefiere ser mediapunta o jugar más abierto?

Es un tema que lo hemos hablado hace mucho tiempo. Todos saben cuál es mi posición, hoy me toca jugar en otra posición que es diferente, que a lo mejor me cuesta un poco, pero siempre con la predisposición y las ganas. Yo siempre digo que si me quieren poner de arquero, voy a jugar, porque quiero defender esta camiseta de Católica que tanto quiero.

¿Qué opinión tiene de César Pinares, con quien a usted comparan?

César es un excelente jugador. Tiene una pegada fantástica y cualquiera quisiera jugar con él. Muchas veces escucho que compite conmigo, pero somos muy diferentes. Yo considero que es más armador de juego y tiene una visión más amplia, y yo soy un jugador para jugar más dentro del área, de poder definir una jugada. Y a mí me encanta estar con jugadores así. Si me dan a elegir, yo siempre quisiera jugar con César Pinares, porque es un excelente jugador, tiene una visión extraordinaria, un pase espectacular. Yo no soy el enganche clásico que todos dicen, yo soy de jugar cerca del 9, como un mediapunta.

¿Le queda algún sueño por realizar?

En Católica qué mejor que hacer una buena Copa Libertadores o llegar lejos en una Copa Sudamericana. Un campeonato internacional sería muy bonito para ponerle la frutilla al postre a todos estos años que han venido con mucho éxito para el club.