Desde el término de la Copa América ya han pasado varios días. Sin embargo, los coletazos del torneo continental aún persisten. De hecho, traspasan con largueza los límites de este sector del mundo. En Francia e Inglaterra, de hecho, aún se sienten los efectos de la polémica celebración argentina después de obtener el trofeo. En la apertura de los Juegos Olímpicos, en el duelo de la Albiceleste frente a Marruecos, hubo pifias para el himno transandino.
En la isla, en tanto, la inquietud está instalada en el Chelsea. La participación de Enzo Fernández en los festejos, con la exhibición de un cántico discriminatorio contra los galos, que se había popularizado durante el mundial, generó una crisis. Los jugadores franceses del equipo dejaron de seguirle en las redes sociales, un síntoma inequívoco y perfectamente valorable en estos días. El club también lo tomó en serio: anunció la apertura de un expediente disciplinario, por la gravedad del comportamiento, considerando que la ‘creación’ contiene expresiones racistas y homofóbicas.
El mediador
Reece James es el capitán del Chelsea. En esa condición, es el encargado de mantener el equilibrio en el vestuario del equipo londinense. En el quiebre por el que atraviesa el equipo, a propósito de la situación que implica a Fernández, se ha erigido, también, como un mediador, precisamente con la idea de que la división no se traspase al campo de juego, considerado las responsabilidades que tiene una escuadra obligada al protagonismo.
En esa línea, James habló con Fernández. Quiso escuchar sus razones y descargos. “Hablé con él. Es complicado, porque estamos en distintos horarios”, manifestó en ESPN, a modo de introducción, respecto de la dificultad inicial para el contacto, considerando que el volante aún está de vacaciones. “Solo charlamos acerca de su punto de vista acerca de lo que pasó y explicó la situación”, añadió, aunque sin entrar en mayores detalles.
El temor
James admitió que el comportamiento de Fernández puede generar efectos en el plantel. “Claro que puede pasar. Hay gente a la que puede no parecerle bien y puede ser un problema, pero hasta que no llegue ese día y estemos todos juntos, no sé qué pasará”, reconoció.
De todas formas, su intención es contribuir a encontrar un entendimiento. “Espero que las cosas se resuelvan de la mejor manera y podamos seguir adelante con la temporada”, planteó, anteponiendo los objetivos colectivos a las profundas diferencias personajes que se han revelado desde la criticable celebración en Miami.