Zhiying Zeng perdía ante la estadounidense Lily Ann Zhang y se despedía de la categoría individual femenino del tenis de mesa en Santiago 2023 en los octavos de final. Pese a avanzar una sola ronda, la deportista nacional levantaba los brazos y era ovacionada por el público en Centro de Entrenamiento Olímpico. Tania, el nombre que adoptó una vez que llegó a Chile, se transformó en una de las estrellas más reconocidas en los Juegos Panamericanos. Su historia caló hondo en la gente.
“Llegó a Chile hace mucho tiempo, como jugadora, pero se dedicó a otras cosas. Se casó, tuvo hijos y se metió en los negocios. Hace un tiempo jugaba en campamentos que habíamos creado, en esa liga vimos que tenía potencial y ella quiso venir al preselectivo”, cuenta Francisco Seijas, head coach de la selección chilena, a El Deportivo.
El venezolano ha experimentado en carne propia el crecimiento de la disciplina en el país y creyó que la inclusión de Zeng podría provocar un efecto positivo en un grupo que está mayormente conformado por jugadores jóvenes. “Clasificó y se ganó su puesto. Cuando vimos ya estaba junto a la selección. Fuimos al sudamericano, tuvo muy buenos resultados y al escoger entre varios jugadores, quisimos darle la oportunidad de estar en estos Juegos Panamericanos”, complementa el entrenador.
Seijas lleva seis años en Chile y ha sido uno de los cerebros en la evolución del deporte de la paleta. Conversa pausadamente con La Tercera en una cafetería justo al ingreso del CEO. Explica el rol pedagógico de Zeng en el grupo. “La edad no es un impedimento en ningún lado. A ella le suma que entrenó en categorías menores en China y tiene un talento que se queda. Juega con un sistema táctico y técnico que no se usa mucho en Sudamérica, que es el defensivo”, desarrolla el estratega.
“En ese sentido también colabora en el día a día, al enseñarle a nuestras jugadoras a conocer ese sistema. Ella también tiene su vida y no sabemos cuanto tiempo estará a la selección. Hasta ahora ha sido súper amable y querida. Ha calado hondo en la gente y lo que refleja es lo que es”, suma.
De nada a las medallas
Cuando Nicolás Burgos se colgó la medalla de bronce en Santiago, su rostro no mostraba conformidad. Hace cuatro años, en Lima 2019, la selección de tenis de mesa no ganó ninguna presea. No solo eso. Se despidió en la ronda inicial. Sin embargo, en menos de un lustro de trabajo, ahora buscaban algún primer lugar.
“Después de que tu compites y sabes que puedes ganar, la expectativa es ganar la medalla de oro. Por ahí llega un bronce o una plata, pero hay que buscar la medalla de oro. Tenemos la capacidad. La expectativa no era ganar oro en todo, pero una o dos, en categorías donde nos sentíamos muy fuertes, como el dobles mixto, el doble masculino y el doble femenino. Pero nos tocaron oponentes complejos. Antes se les ganó a equipos importantes. Eliminamos a medallistas de los juegos pasados y Chile en Lima se despidió en la primera ronda”, da a conocer Seijas.
Claro que las metas no son al azar. Los jugadores venían mostrando un alza progresiva en su rendimiento y eso se vio reflejado en Cuba, donde Chile logró dos medallas de oro en el panamericano especifico. “Acá llegamos con esa misma expectativa. Perdimos tres semifinales por un margen muy pequeño. Estamos de este lado, pero pudimos estar del otro. Así es el deporte. A veces las cosas se dan así. Una vez que tienes para competir, puedes ganar o perder, pero sabes que estás para vencer”, apunta en head coach.
Francisco Seijas no se atribuye los resultados. Si cree que puede dejar un legado en cuanto a la mentalidad, pero reconoce a quienes venían trabajando antes y han seguido junto a él este proceso descrito. “Yo paso mucho tiempo aquí en Chile, conjuntamente con José Luis Urrutia. Vamos rotando en viajes, pero debemos tener la misma filosofía de entrenamientos. Las metas deben ser las mismas que tenemos en los programas, que los sistemas de ATR se cumplan en lo técnico y en lo físico y que los jugadores sean profesionales”, dice. También reconoce lo hecho por Marcos Núñez en la selección.
De igual a igual
Todos los jugadores jóvenes del seleccionado entrenan en el Viejo Continente. Un elemento que en la interna reconocen como fundamental. “La meta debe ser apuntar hacia allá, porque se ha profesionalizado al igual que el tenis de campo. Ha medida que va creciendo el jugador, lo enviamos campamentos bases en Europa que, se ha demostrado, ayudan en el desarrollo, tanto en el aspecto técnico, físico y psicológico”, señala Seijas.
También apuesta al no mirar hacia arriba a los contrincantes de turno. “Antes uno veía a los jugadores y decía ‘que buenos que son’. Pero ahora ellos saben que pueden perder o ganar con nosotros. Es algo que el chileno tiene intrínseco. Tenemos la capacidad para ganar”.
¿Cómo ha sido el trabajo en la Federación de Tenis de Mesa para llegar a eso?
Han pasado muchas cosas. Hay muchos atletas que están en Europa y trabajamos con ellos, siendo una estructura competitiva completa. Se han creado las ligas menores, se han creado las ligas de nivel medio y de ahí salen jugadores que luego van a campamentos que tenemos en Europa para que puedan jugar ligas de allá. Pero primero hay que hacerles una formación básica.
El técnico valora la juventud que hay en la selección. Asegura que con estos jugadores, habrá nivel competitivo por muchos años. “Con excepción de Tania, que ha sido una historia distinta que apareció, pero que nos ha apoyado mucho, estamos creando una estructura para mantener un buen nivel en el largo plazo. Los resultados en el corto plazo han llegado porque la calidad de quienes trabajan es muy buena. El talento que tienen Nicolás Burgos, Paulina Vega, Daniela Ortega, Judith Morales y Alfonso Olave, hacen que se aspire a más”, indica.
¿Hay materia prima para trabajar en Chile?
Hay si es que trabajamos en el camino correcto. Por muchos años ha existido materia prima, pero se estaba desperdiciando. Aquí el sistema es muy abierto y muchos recursos se van en provincias donde no se encuentra mucho talento y en otras donde SI hay talento no se destinan recursos. Hay que buscar más y el recurso debe ser más expedito para llegar a los buenos.
¿Cómo ha visto el nivel en Santiago 2023?
Estos son mis Panamericanos número 12 y he ido a ocho Juegos Olímpicos. Cuando comparo, sin atrever a equivocarme, en el caso del tenis de mesa, creo que ha sido la mejor organización de Panamericano alguno. A nivel de todo. De instalaciones y muy alto competitivamente. No falta ningún jugador de América. Un bronce es valioso. Está Calderano que es cinco del mundo, los argentinos son la pareja número siete; Nicolás y Gustavo están en el top 10. Hay un nivel muy alto.
¿Qué nivel de importancia tienen estos Juegos en el proceso?
Para nosotros los Panamericanos son importantes porque son en Chile, que es la casa. Pero ahora seguimos jugando ranking para buscar la clasificación olímpica, que aquí la perdimos por poco. Igual que en Cuba perdimos la clasificación de equipos por diferencia de puntos, ni siquiera de partidos. Nosotros debemos seguir buscando. Hay que prepararse para la clasificación individual, donde nuestros jugadores tienen la capacidad para entrar. Ir a los Juegos Olímpicos y seguir mejorando para que las generaciones que vengan tengan mejores resultados.
¿Cuál es su legado en Chile?
El legado que puedo dejarle al tenis de mesa chileno es pasar de ser participante a ganador. Que me entiendan que si aparecen brasileños que son muy buenos, no hay que verlo hacia arriba, sino de igual a igual. Creo que las generaciones nuevas cuando ven a un Nicolás Burgos ganarle a un brasileño, a un chino, un cubano o un coreanos, se dan cuenta que todos son iguales y que las situaciones van a variar dependiendo del empeño y el empuje que tengas de ser ganador.
Entre los cuatro
Según Francisco Seijas, al tenis de mesa nacional solo le falta estructurarse. “Es algo que lleva tiempo, pero deben haber ligas nacionales, luego una competencia a nivel latinoamericano, como en Europa. Internamente ya estamos haciendo ligas de categorías menores. Pero para que pueda funcionar se necesita de un gimnasio donde se pueda estructurar todo, sin estar dependiendo de otras instalaciones en tiempo distancia y costo, para que el deporte arranque en el alto nivel”, propone.
Nicolás Burgos ha dicho que busca inspirar a los jóvenes a jugar...
Lo está logrando, porque está creando una imagen de pertenencia. Pero también lo está logrando el equipo nacional. El hecho de que se esté difundiendo el tenis de mesa nos debe hacer caer en cuenta que es uno de los cuatro deportes que está trayendo más resultados. También debe haber un legado desde el punto de vista de instalaciones. Hasta ahora solo tenemos una sala de entrenamiento, y se necesita un gimnasio
¿Cuáles son esos cuatro deportes?
El fútbol está perdiendo ahora, pero es el deporte rey acá. También está la lucha, el remo y el canotaje, que son importantes, más otros que buscan espacio. Pero yo creo que hoy por hoy, el tenis de mesa se hace de un espacio en el contexto de lo que es el Comité Olímpico y el deporte nacional.