Colo Colo busca recortar US$ 1,7 millones con Valdivia, Paredes y Valdés

Hace un poco más de un mes, Harold Mayne-Nicholls comentaba que, con las ventas de Esteban Pavez a Medio Oriente y la de Juan Carlos Gaete a Cobresal, Blanco y Negro había podido equilibrar un déficit de mil millones de pesos. Eso mismo también explicaba los motivos de Blanco y Negro para no sumar refuerzos, un panorama que cambió tras la lesión de Carlos Carmona.

La estrechez económica obligó a la gerencia técnica a negociar con mucho cuidado algunos contratos. De hecho, ya a fines del año pasado, los jugadores que renovaron su vínculo sufrieron una disminución considerable de su sueldo. Al menos, en un 25%.

Como el escenario se agudizó con la rápida eliminación de la Copa Sudamericana, las finanzas quedaron bastante afectadas, ya que las proyecciones que se hicieron apuntaban a generar recursos con las recaudaciones y con el premio de la Conmebol por avanzar las sucesivas rondas, de modo que Colo Colo deberá insistir con la política de ajuste.

En esa línea las condiciones de la renovación de Jorge Valdivia son otras. El Mago aspira a un contrato por dos temporadas, con un sueldo similar al que actualmente percibe (US$ 100 mil) durante el primer año y un 50% menos en el segundo. Pero en ByN esperan que el jugador, de 35 años, baje sus pretensiones a la mitad, lo que significaría un ahorro de $ 35 millones mensuales. Una situación que se da en medio de un escenario de lesiones y suspensiones.

A esto se sumarían los 40 millones que el club dejará de pagar a Esteban Paredes, cuando se retire a fin de año, según lo manifestado por el delantero.

"Entre el sueldo de Valdivia y el de Paredes el club paga más de 100 millones mensuales, lo que es mucha plata, pensando en que las finanzas están restringidas", dice un integrante de la mesa de Blanco y Negro.

Asimismo, la concesionaria piensa ahorrar otros $ 25 millones mensuales, con la no renovación de Jaime Valdés, lo que totaliza un recorte de $ 100 millones cada 30 días. Es decir, US$ 1,7 millones anuales, lo que permitiría aliviar mucho las arcas.

En ese contexto, será clave que Colo Colo obtenga la clasificación a la fase de grupos de la Copa Libertadores, ya que lograría millonarios premios por acceder.

Pero por ahora, el presente es complejo, ya que Marcelo Espina ha tenido que buscar alternativas bastante económicas para reforzar el equipo. Así llegó el volante argentino Iván Rossi, en una operación que no superó los US$ 200 mil, incluyendo su sueldo.

Dado este escenario, el arribo de Leonardo Valencia, bajo las condiciones que exige Botafogo (una venta), despierta algunas suspicacias, ya que implicaría salirse del presupuesto. Además, en Brasil el jugador percibe un sueldo de $ 44 millones, cifra que no están dispuestos a costear en Macul. "Aunque Valencia se bajara a 30 millones, sigue siendo un jugador muy caro", afirman.

Como alternativa sigue Bryan Rabello, quien negocia como jugador libre. El exjugador de Sevilla espera.

Aun así, en Colo Colo hay voces que no están de acuerdo con sumar nuevas incorporaciones. "Ya llegó Rossi, por la lesión de Carmona. Por lo tanto, sumar a otro jugador es un poco contradictorio con el discurso que se ha dado", apunta un miembro de la mesa.