Sin descanso ni tiempo para dejar atrás la tormenta de emociones que fue el PGA Championship, Mito Pereira volvió a disputar un torneo del Tour de golf más importante del mundo. Lo hizo inmediatamente después de su doloroso cierre en Southern Hills. Ni siquiera pasó una semana y ya está de vuelta.
El chileno disputó el Charles Schwab Challenge en Fort Worth, Texas, y consiguió cerrar su tarjeta igualado con el campo. Pasó momentos complicados, pero supo salir adelante. Cuando se roza la gloria, los días posteriores suelen ser difíciles. Mito lo sufrió, pero salió con vida.
No fue un inicio cualquiera para el oriundo de Pirque. Con el recuerdo aún latente de su actuar en el segundo major del año, Pereira salió a la cancha del Colonial como una estrella. En un torneo donde están figuras locales como Scottie Scheffler, Jordan Spieth y Collin Moriwaka, el chileno se robaba la atención de fanáticos y expertos, efervescencia que no hizo más que incrementar cuando en el hoyo uno clavó un birdie.
Empezaba el día con el mismo nivel que mostraba hace una semana, ilusionando a varios presentes, pero el golf, como muchos deportes, es de momentos. Aquello fue lo que sufrió Guillermo, quien, tras ese birdie, sufrió tres bogeys consecutivos. Cada torneo es un mundo diferente. Es cosa de ver la ronda de Will Zalatoris, el norteamericano que perdió la definición del playoff del PGA Championship hace cinco días y que hoy cerró la jornada con +2 en su tarjeta.
El tramo de esos tres hoyos fue complicado. Allí, Pereira sufrió el peso de que cada semana eres una persona y un jugador distinto. En deportes como el golf la victoria dura poco y la batalla es eterna. Festejas un día, descansas el otro y de inmediato debes viajar para volver a jugar 72 hoyos, en cuatro rondas ante más de 100 jugadores.
Pero logró salir del letargo y volvió a encontrarse con su juego. Descontó en el nueve para cerrar con 36 golpes la primera parte del día y salió decidido a volver a meterse en la pelea durante el tramo final. Algo que parecía concretarse con los birdies del hoyo 13 y 14, pero que volvería a alejarse con un nuevo bogey en la bandera 15. Un ir y venir de emociones.
Finalmente cerraría los hoyos restantes cayendo en par, logrando firmar su tarjeta igualado con el campo. Lejos de la punta (-4) pero mucho más arriba de lo que estuvo en los primeros momentos del día. Mito marcha con tranquilidad, casi esquivando el éxito. Queda mucho torneo y lo sabe. Lo importante de hoy fue que logró darle la vuelta a un mal arranque. Mañana tiene otra oportunidad. Cada día es distinto.