Camilo Moya (21 años) estuvo cerca de partir de la U a principio de año. El volante, quien en 2018 defendió a San Luis, sufría al quedar fuera de las primeras citaciones de Kudelka: "Uno lo pasa mal cuando no te consideran".
El capitalino siempre ha debido rebuscárselas fuera del CDA. En 2017, de hecho, partió al Getafe B para probar suerte en el fútbol español. Su experiencia duró apenas un semestre. Hoy, su presente parece distinto. La lesión de Rafael Caroca le abrió una ventana que supo aprovechar, ya que fue clave en el triunfo por 3-0 ante Huachipato, en el duelo en que Kudelka se jugaba su continuidad.
¿Le sorprendió ser titular?
Me dijeron el jueves antes del partido y fue todo una sorpresa porque yo pensé que no iba a ir ni citado. Después me dijeron que iba de titular.
¿Los referentes lo aconsejaron en la previa?
Todos me daban tranquilidad, me decían que no le tuviera miedo a nada. El Mati (Rodríguez) me dijo que si tenía que putear a alguien, lo hiciera. Me dijeron que fuera el mismo jugador de San Luis. Me comentaban que tenía la confianza de todos.
¿Entró nervioso?
Al principio estaba nervioso, porque uno espera esta oportunidad y ves que por fin llega. Ver toda esa gente cantando igual te pone nervioso. A los primeros toques, en los primeros minutos, uno va agarrando confianza. Después se te va olvidando todo y solo te dedicas a jugar.
¿Sintió más presión por la situación de Kudelka?
Siempre vas a estar jugando con presión en la U. Es un club grande que necesita ganar siempre.
Usted volvió por petición de Kudelka. ¿Le afectó no ser considerado en el comienzo de la temporada?
Cuando tomé la decisión de quedarme lo hablé con mis cercanos y me aconsejaron que me quedara para pelear un puesto. Sabía que no iba a ser fácil. En un momento se me pasó por la cabeza irme de nuevo a préstamo, para sumar minutos y aprovechar las oportunidades que se me estaban dando en otros lados.
¿Le incomoda que a los canteranos del club no se les dé la oportunidad?
Obviamente que a cualquiera le gustaría que le dieran la oportunidad por todo el esfuerzo que viene de atrás, de hace mucho tiempo. Me enoja cuando traen jugadores de afuera, pero el fútbol es así. Si llegan es porque vienen a aportar. Hay que tomárselo con tranquilidad. Hay que luchar por un puesto como cuando uno era juvenil.
¿Se desesperó por no ser considerado por Kudelka?
Sí, me enojaba. Llegaba bajoneado a la casa, pero gracias al apoyo de la gente que estaba conmigo siempre estuve de pie. Ellos también se colocaban mal porque me veían con la cara larga.
¿Qué tal su experiencia por Getafe en 2017?
Me sirvió para madurar, porque estaba solo allá. Me hice más fuerte mentalmente porque cuando no te salen las cosas no tienes a alguien que te quiere al lado, a tu familia, a alguien con quien hablar.
¿Su paso por San Luis fue clave para este momento?
Era un desafío muy importante. Me sirvió mucho tener jugadores experimentados que me enseñaron al lado. En San Luis me di cuenta de que estaba a la altura de la U.
¿Se identifica con algún jugador internacional?
Me gusta mucho Marcelo Díaz. Nunca he hablado con él, pero me gusta su visión simple para jugar al fútbol.