Camilo Saldaña (24) es un jugador chileno de origen palestino formado en la cantera del Tino. Desde que nació fue inculcado con los valores que encarna la nación árabe y, es por esta misma razón, que apenas recibió el llamado de la Selección Palestina para viajar a la Copa Asiática de Qatar 2024, no dudó ni un segundo en ponerse la camiseta del país tetracolor. Una casaca que no sólo encarna un objetivo deportivo, sino que todo el sentir de un territorio que se encuentra asolado por la destrucción y el dolor de la guerra con Israel.
Desde la concentración del plantel en la capital que albergó la Copa del Mundo en 2022 y luego de haber abrochado la primera clasificación a octavos de final en la historia del país en el certamen continental, el chileno nacionalizado palestino dialogó con El Deportivo y comentó cómo llegó a formar parte de la nómina definitiva que viajó a Asia y su opinión sobre la crisis humanitaria que azota a Palestina a lo largo de su historia y en la actualidad.
¿Cómo y cuándo llega el primer llamado a la selección de Palestina? ¿Qué recuerdos tiene de esa primera concentración y partido?
Ellos se acercaron a conversar conmigo a principios de agosto del 2023 y me comentaron cómo funcionaba el tema, que estaban interesados en mí, y que se venían dos partidos amistosos en septiembre. La verdad es que cuando me hablaron lo vi con muy buenos ojos, es una oportunidad muy grande para mí, pero no me entusiasmé tanto porque en el fútbol pasan cosas, entonces hasta que no estuviera todo concreto no me había ilusionado. Un día, se contactaron con el coordinador de mi equipo en ese entonces, que era San Felipe. Había llegado una carta donde estaba nominado a la selección. Me tomó de sorpresa porque era algo nuevo para mí, pero con mucha felicidad porque iba a conocer otro fútbol y una cultura distinta prácticamente al otro lado del mundo.
La primera concentración y partido fue en septiembre contra Omán y luego contra Vietnam. El primer partido jugué 30 minutos porque había viajado con una lesión. Les comenté a ellos que en mi club había tenido una lesión y se lo tomaron bien. Me dijeron que viaje, que ellos querían que conociera a mis compañeros y cuerpo técnico. Contra Omán me sentí bien y al próximo partido con Vietnam pude jugar más, aproximadamente 60 minutos. En ambos me sentí bien y cómodo. El tema del idioma es un factor importante porque no hablo nada de árabe, es un idioma muy dificil. Durante el tiempo iba aprendiendo un poco pero la primera citación fue difícil.
¿Cómo ha sido la preparación para esta Copa fuera de casa?
Ha sido dura porque estuvimos 12 días en Argelia entrenando dobles turnos y teniendo un amistoso con ellos. Allá nos sentimos muy cómodos en general y a nivel personal porque es un país que quiere mucho a las personas palestinas, entonces nos trataron súper bien. Después nos fuimos a Arabia Saudita y estuvimos poco más de una semana fuerte con doble turnos. Nos hemos preparado netamente para llegar bien a la Copa y ha sido agotador pero uno está acostumbrado a tener una pretemporada intensa antes de una competición importante. Acá hay muchas horas de diferencia y cuesta comunicarse con la familia porque no calzan los horarios. Uno se pierde fechas importantes pero cuando te dedicas al fútbol sabes que tienes que pasar en algún momento por estas cosas. Ha sido duro pero con fe de que todo va a ser para mejor y nos va a ir bien en la Copa.
¿Las realidades de entrenamiento son muy distintas?
No es tan distinto. Tengo que andar más atento porque obviamente el tema del idioma es importante. Me explican de repente en inglés. Dentro de la cancha no cambia mucho a como es en Chile. En general el fútbol tiene una especie de lenguaje universal en que jugar y entrenar durante toda tu vida te hace saber ejercicios y conocer ciertos trabajos.
Representar a un país que está en conflicto no debe ser fácil… ¿Cómo se vive el tema de la Guerra contra Gaza dentro del plantel? Deben haber momentos súper fuertes dentro de las concentraciones...
Claramente es difícil. Personalmente yo siempre estuve familiarizado con la causa. Crecí en Palestino, me formé y debuté ahí. Ahora que estoy acá uno conoce versiones de compañeros, empieza a seguir noticias día a día y es muy lamentable. Mucha gente se está enterando ahora de lo que está ocurriendo porque hoy en día tenemos acceso a redes sociales y a internet. Pero esto no es de ahora. Son casi 80 años que la gente de Palestina está resistiendo, muchos dejaron sus tierras y han muerto. Es difícil representar algo así. Personalmente me siento muy orgulloso de saber que detrás mío y de la selección hay mucha gente entusiasmada. Pero es lamentable. Lo dije hace un tiempo, no es necesario ser musulmán, ni palestino, ni mucho menos árabe ponerse en el lugar del otro. Creo que es importante tener empatía en este momento. Hoy en día, tenemos la información a un click y acceso al celular para saber lo que está pasando. No basta más que un vídeo de cinco minutos. Es importante que la gente se informe realmente con lo que está pasando. En Palestina ocurren injusticias todos los días, muere gente inocente y la mayor parte de gente que muere son niños. Es muy difícil ver vídeos y noticias donde muere y muere gente inocente. Para mi es un orgullo representar a Palestina, me siento muy contento de representar una causa así y yo sé que tarde o temprano va a haber una solución y Palestina va a ser libre. Mucha gente nace en Gaza y es una cárcel al aire libre. Podría estar hablando mucho rato del tema pero los invito a que se informen por ustedes mismos de lo que ocurre en Palestina. No es muy complicado de entender pero ocultan muchas cosas. Los invito a que tengan empatía. De repente uno piensa que estando lejos no puede hacer nada, pero compartiendo una historia o un vídeo, abrirle los ojos a otras personas es muy importante hoy en día. Personalmente y, sé que a mis compañeros también, nos da mucha fuerza para dar todo.
¿Cómo ha ido acercándose su relación con la cultura palestina? Me contó que estaba intentando aprender algo el idioma...
He conocido bastante de la cultura palestina y me ha tocado viajar a varios países árabes. Obviamente es muy distinta la cultura de acá a la que tenemos en Chile, pero es lindo aprender y conocer nuevos lugares. La gente árabe es muy cálida, te tratan muy bien y son muy respetuosos. Estando en Chile uno crece con una visión, y estando acá te das cuenta que todos son muy tranquilos y de piel. He estado muy contento de conocer a fondo la cultura de ellos. Con el tema del idioma tengo hartas ganas de aprender pero es súper difícil. Tienen una pronunciación especial y es muy distinto al vocabulario de nosotros. He aprendido un par de palabras y espero más adelante poder juntar una frase por lo menos.
¿Cuáles son sus planes para 2024?
Los planes para este 2024 es estar enfocado en la Copa. Es un torneo súper importante. Ahora que estoy en Qatar me he dado cuenta que lo ve mucha gente. La Copa de Asia es prácticamente lo mismo que la Copa América y lo sigue mucha gente y muchos equipos. Prefiero enfocarme en eso y si dios quiere me sale una oportunidad acá o donde sea lo mejor para mí y mi familia.