Camilo Villegas: “Ver cómo mi hija lucha por su vida ha sido una motivación”

Camilo Villegas

Aprovechando que el Korn Ferry Tour pasa por Florida, donde Mia, de menos de dos años, está internada, el colombiano revela su mayor dolor.



Camilo Villegas (38) fue número siete del mundo en 2008, después de irrumpir en el PGA Tour. “Spiderman” se hizo un nombre en el circuito estadounidense, pero en el último tiempo no lo ha pasado bien. Primero, una lesión en un hombro lo ha tenido alejado de las canchas casi por dos años y hoy es 1.061 del mundo. Pero esos son problemas muy menores para el colombiano, quien confidenció que tiene una hija muy enferma.

Villegas, quien decidió jugar esta semana el Korn Ferry Challenge, el mismo certamen que Mito Pereira, explicó que a fines de febrero él y su esposa, María, empezaron a notar que su pequeña hija lloraba más de lo normal y que se movía de manera extraña. “Tuve un mal presentimiento desde el principio y desafortunadamente terminó siendo algo real”, sostiene Villegas.

Camilo Villegas

Con algo menos de dos años, Mia fue diagnosticada con un tumor cerebral y otros, más pequeños, en la columna vertebral. La pequeña ha tenido varias cirugías y se encuentra en la segunda etapa de quimioterapia. “Ha sido muy duro verla sufrir. Ella sigue luchando y nos inspira a seguir adelante. Por eso estoy acá (en Florida) listo para volver a jugar golf. Estoy aquí por ella. Así como he tenido la fortuna de volver a jugar golf, sé que festejaremos cuando ella esté totalmente recuperada”, declaró el antioqueño.

El cuatro veces campeón en el PGA Tour agrega que "han sido meses muy duros. Mi esposa ha sido un apoyo increíble y fue quien me dijo que viniera a jugar golf. La situación con Mia no ha sido fácil pero ver cómo mi hija lucha por su vida ha sido una motivación para toda la familia. Realmente no sé dónde está mi cabeza pero sé donde está mi corazón”.

La hija de Villegas está siendo tratada en el Nicklaus Children’s Hospital de Miami, que lleva el nombre del exgolfista Jack Nicklaus, importante benefactor del recinto. “No hablo para que sientan pena, lo hago para que la gente sepa y nos manden buena energía. ¿Qué si mi hija siente dolor? La respuesta es sí. Pensaba en cómo puede hacer ella para ver televisión o jugar mientras siente dolor. Entendí que es una niña y quiere jugar. Es demasiado fuerte. Es inspirador. Es duro verla así pero te inspira en todo momento”, cierra el colombiano.

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