Paulo Díaz ratificó ante Argentina el buen momento que atraviesa. El central volvió a Sudamérica para incorporarse a River Plate después de un año en el fútbol de Arabia Saudita, y lo hizo exhibiendo su crecimiento. La operación no fue fácil, pero Marcelo Gallardo pujó intensamente para hacerse con sus servicios. Razones tenía.

El defensor chileno se incorporó de buena forma a la disciplina millonaria durante las últimas semanas y, la noche del jueves en Estados Unidos, respondió también a la confianza que le brindó Reinaldo Rueda. Aplicado en los cruces, fuerte en la marca e impasable por arriba y por abajo, el formado en Palestino fue la figura del encuentro disputado en Los Ángeles.

"Demostró su jerarquía", dijo el propio seleccionador después del compromiso. "Exhibió mucha concentración. Es muy positivo para el fútbol chileno que esté viviendo este proceso de maduración", agregó el estratega respecto del zaguero de 25 años, que por evolución se torna un fijo en las convocatorias, y por nivel, una alternativa en cualquier nómina y ante cualquier rival. "Jugar en River Plate le da otra dimensión, otro estatus y hay que aprovecharlo acá en la Selección", acotó el estratega, entusiasmado.

"¡Una garantía", escribió en redes sociales Mauricio Pinilla; "¿Quedan dudas de que Paulo Díaz es central?", inquirió, en tanto, Waldo Ponce; dos que se sumaron a las loas para el zaguero, que ilusiona con su rendimiento y desde ya le anticipa un problema a Rueda de cara los desafíos que tiene por delante la escuadra nacional. En el debut de la Roja en las clasificatorias, el hoy futbolista de River Plate ya tiene asegurada la titularidad junto a Guillermo Maripán, pues Gary Medel deberá cumplir la fecha de suspensión que arrastra de la Copa América disputada en Brasil, en la que fue expulsado luego de enfrentarse a Lionel Messi.

En el entorno del jugador, mientras, se muestran tan orgullosos como mesurados. "Paulo no es el recambio, es una realidad. Está demostrando el nivel que tiene, pero no es porque esté en River", dice Ítalo Díaz, su padre. "Estar en Arabia Saudita le hizo bien. Ojalá siga en el mismo nivel", acota.

La carrera de Díaz ha sido ascendente, pero no ha estado exenta de dificultades. Tras despuntar en Palestino, convivió con las pocas oportunidades que tuvo en Colo Colo. Luego fue figura en San Lorenzo y llegó a estar en la órbita de grandes equipos de Europa. Pero terminó en el Al-Ahli. "Todo es parte del proceso", afirma su progenitor. "En Arabia se entrenaba solo por las mañanas y después con el equipo en la tarde. Es un jugador aplicado, le gusta estudiar a los rivales y cumplir con su trabajo", agrega. "En Arabia aprendió mucho, como de cada experiencia que ha tenido. Tiene que mirar y absorber de todo, compañeros, técnicos, rivales. Estar en Arabia le sirvió mucho. Está más maduro y eso se nota", explica.

Cinco recuperaciones, cinco despejes, 100% de efectividad en las barridas, 89% de efectividad en los duelos individuales, 80% de efectividad en los pases (49) y 66 toques de balón, son los números que resumen su participación en el amistoso ante Argentina. El ahijado de los referentes de la Roja ("los referentes los tratan bien, se siente respetado", cuenta Díaz padre) pone sus fichas sobre la mesa y clama por más oportunidades. Chile tiene un zaguero de fiar.