Godoy Cruz 1-0 U. de Concepción
G. Cruz: R. Ramírez; J. Elias, D. Viera, T. Cardona, A. Aleo; J. Andrada, F. Henríquez; Á. González (90', F. Barboza), K. Gutiérrez (71', L. Abecasis), V. Burgoa (78', M. Merentiel); J. M. Lucero. DT: L. Bernardi.
UdeC: C. Muñoz; G. Pacheco (85', J. Huentelaf), G. Mencia, H. Martínez, G. Voboril; A. Camargo (83', S. Pino), J. Ballón, H. Droguett; N. Orellana, P. Rubio, F. Cordero (59', L. P. Figueroa). DT: F. Bozán.
Goles: 1-0, 25', González empujó la pelota en la línea sin oposición.
Árbitro: Wilton Sampaio (BRA). Expulsó a Henríquez (GC) y Rubio (UdC).
Estadio Malvinas Argentinas. Asistieron 5.000 personas aproximadamente.
Hubo un punto en la Copa Libertadores en que Palestino, la UC y la U. de Conce estaban muy bien aspectados para meterse en los octavos de final. De un plumazo, sin embargo, todo se derrumbó.
Primero fueron los árabes, luego los cruzados y este jueves, el Campanil el que le dijo adiós al torneo de clubes más importante de este continente. Y Chile se queda sin representantes entre los 16 mejores de Sudamérica.
El cuadro de la Octava Región se jugaba la vida ante Godoy Cruz, en Mendoza. Y como tantas otras veces en que el equipo de Bozán ha tenido de todo para torcer su propia historia, como el año pasado cuando pudo arrebatarle a la UC el torneo nacional, volvió a fallar.
Encima, la derrota en Argentina sumado al triunfo de Sporting Cristal a Olimpia en Paraguay, sacó a los universitarios también de la Copa Sudamericana. El equipo penquista se queda con las manos vacías y en el último lugar del grupo C, tal como en 2004, la otra vez que había logrado disputar esa fase del torneo.
La tarde del jueves fue el Tomba el que tuvo las más claras. Aún cuando le bastaba un empate para avanzar de fase, Godoy Cruz no renunció al ataque. Jamás se conformó con que entraba a la cancha clasificado a los octavos de final.
A los 11' se salvó la UdeC tras un error de sus zagueros y a los 25' González comenzó a cimentar el camino de los argentinos. Y condenar a los chilenos. El mendocino se encontró con la pelota en la línea luego de un rebote que dio el Tigre Muñoz ante un cabezazo en que Lucero le ganó muy fácil la posición a Hans Martínez, que se quedó pasmado en el piso reclamando una falta inexistente. De ahí en más, las mejores fueron para el dueño de casa, que pudo estirar las cifras antes de la llegada del descanso.
Parecía que alguien tenía que avisarle al Campanil que a esa altura se estaba quedando sin nada. Sin Libertadores y sin Sudamericana. Porque de reacción hasta ahí, poco. Muy poco. El empate al menos lo mantendría disputando torneos internacionales, pero no hubo cómo.
Porque es cierto que logró generar algunas llegadas el equipo chileno, pero nada que preocupara demasiado al Bodeguero, que con el resultado a su favor tuvo la tranquilidad necesaria para, primero manejar el ritmo del partido, y segundo, pisar el acelerador con claridad, cuando realmente podía hacerlo. No estiró las cifras por la impericia de sus atacantes.
Y todo terminó de la peor forma: desmadre de los dos equipos por presuntas provocaciones del lado argentino con reacción desmesurada de los chilenos, que solo siguió empañando la despedida del Campanil del concierto internacional.
Se acabó el periplo internacional de la Universidad de Concepción. De la peor manera. Porque pasó de la ilusión de estar entre los mejores del continente a quedarse con las manos vacías.